Zelenski intenta traspasar otra frontera aliada: intensificar su ataque en territorio ruso | Internacional

EL PAÍS

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha emprendido un nuevo esfuerzo diplomático para superar una línea roja de Occidente, especialmente de Washington, en su lucha contra Rusia. A través de sus mensajes en las redes sociales, Zelenski ha instado a «tomar decisiones» para poder alcanzar, a la distancia que esté, el punto de origen de los proyectiles rusos. “Nuestras ciudades y comunidades sufren diariamente estos ataques”, dijo el mandatario, “pero hay maneras de superarlo: destruir a los terroristas allí donde estén, destruir las lanzaderas de misiles rusos, atacar a distancias realmente largas y aumentar el número de sistemas modernos de defensa aérea”.

Esta nueva iniciativa de Zelenski tiene el respaldo de varios demócratas y republicanos del Congreso estadounidense. La perseverancia política demostrada por el presidente ucranio desde que Rusia inició su invasión a gran escala en febrero de 2022 ha logrado torcer el brazo a las cancillerías occidentales para que apuntalen la defensa de Ucrania.

Desde que hace un mes, París, Berlín y, poco después, Washington avalaron los ataques a territorio ruso para frenar la ofensiva iniciada el 10 de mayo contra Járkov, el número de bombas y muertes civiles en esta provincia ha caído.

El principal destinatario de la última petición de Kiev es Washington. Aunque el presidente Joe Biden avaló el uso de su munición contra territorio ruso junto a la frontera, no incluyó en este nuevo margen a los misiles ATACMS, con un alcance mayor.

Rusia lanzó alrededor de 800 misiles guiados en la última semana de junio. El ministro de Defensa ucranio, Rustem Umerov, informó recientemente de que, desde el inicio de este año hasta mayo, habían sido 10.000 los proyectiles de este tipo que habían caído en suelo ucranio.

La otra pesadilla de los ucranios son las bombas planeadoras, muy escurridizas para los sistemas de defensa antiaérea porque no arrastran la propulsión y el calor que suelen captar los radares antes de activar los cohetes de interceptación. Según los datos del Gobierno ucranio, más de 3.000 de estos proyectiles golpearon objetivos solo en marzo.

Este miércoles, un nuevo ataque ruso con misiles y drones causó la muerte de ocho personas en Dnipró, ciudad situada en el centro del país. El bombardeo dañó además un centro comercial, colegios y guarderías. Zelenski repitió su mensaje: más munición para la defensa antiaérea y más ataques de largo alcance contra las bases rusas.

Una delegación de demócratas y republicanos del Congreso estadounidense viajó a Kiev para reunirse con Zelenski. El republicano Mike Turner, presidente del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, manifestó tras la cita que Ucrania debe tener permiso para alcanzar “objetivos militares válidos” en territorio ruso.

El pasado 26 de junio, durante la reunión del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, tanto el congresista republicano Joe Wilson como el demócrata Gregory Meeks mostraron su apoyo al levantamiento de las restricciones impuestas a Ucrania para atacar hacia territorio ruso.

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