En medio de la revolución tecnológica que está sacudiendo al mundo del automóvil, los fabricantes de automóviles de lujo como Bugatti se enfrentan a decisiones cruciales sobre cómo adaptarse a la creciente tendencia de los vehículos eléctricos sin comprometer su herencia y reputación. A diferencia de los coches normales, los coches Bugatti no son simplemente superdeportivos, son Hypercars, una categoría que representa la cima de la ingeniería automotriz.
A medida que avanzamos hacia un futuro dominado por la electrificación, se plantea la pregunta de cómo se adaptarán los icónicos modelos de Bugatti como el Veyron, el Chiron y el nuevo Tourbillon. Mate Rimac, el actual CEO de Bugatti desde que su empresa Rimac adquirió la mítica marca francesa, ha dejado claro que no renunciarán a los motores de combustión, incluso si eso significa enfrentar posibles multas regulatorias.
El verdadero desafío para Bugatti, y de hecho para todos los fabricantes de coches de combustión, es cómo abastecerán estos coches una vez que las estaciones de servicio tradicionales sean reemplazadas por electrolineras. Aunque los coches eléctricos de alto rendimiento son cada vez más comunes, la pureza y la experiencia de conducción de un coche de combustión es algo que no se puede replicar.
La solución propuesta por Rimac es paralela a los desafíos que enfrentan actualmente los propietarios de coches eléctricos. En muchos lugares, las estaciones de carga para coches eléctricos aún no son suficientes para satisfacer la demanda. Por lo tanto, los propietarios de coches eléctricos a menudo necesitan tener un punto de carga en casa. En el futuro, propone Rimac, los propietarios de un Bugatti o cualquier otro coche de combustión podrían necesitar tener una pequeña estación de servicio en casa para repostar, preferentemente con combustibles sintéticos menos contaminantes.
Esta solución, aunque pueda parecer extravagante, ya es una realidad en ciertos lugares. En Arabia Saudí, por ejemplo, es común que los propietarios de coches de lujo tengan su propio depósito de combustible en casa para repostar antes de salir. De manera similar, muchos edificios en España utilizan sistemas de calefacción a gasoil que se recargan regularmente a través de un camión cisterna.
Esta idea de tener una estación de servicio en casa no es tan lejana. En las zonas rurales de España, es común que los propietarios de tierras y maquinaria tengan su propio depósito de combustible, aunque se trate de gasóleo B, con bonificación en impuestos, destinado únicamente para su maquinaria de trabajo.
En conclusión, aunque la idea de tener una pequeña gasolinera en casa pueda parecer un poco futurista, podría ser una solución viable para los puristas del motor que quieran seguir disfrutando de los coches de combustión en un futuro dominado por los vehículos eléctricos. Al fin y al cabo, los propietarios de un Bugatti probablemente no tendrían problemas para financiar una instalación de este tipo. Como dijo Rimac, la estación de servicio casera podría incluso venir incluida en la compra del vehículo.