En un notable giro en la historia política de Venezuela, un clamor unísono se levanta desde las profundidades de la nación: «Vamos todos a cambiar la Historia». Este fue el mensaje que se vio en un pequeño cartel que una mujer sostenía mientras se unía a la multitud que dio inicio a la campaña más trascendental en la historia reciente del país.
El candidato de la oposición democrática, Edmundo González Urrutia, y la líder Mara Corina Machado, recibieron un respaldo nutrido en Caracas, un apoyo que se ha multiplicado en todo el país, cambiando así el juego político en la nación suramericana.
Machado, una líder opositora, destacó que esto es más que una campaña, es un «sentimiento profundo por la reunificación de nuestras familias». Su comentario vino después de que una unidad de agentes de la DAET detuviera durante unos minutos el camión donde viajaban los opositores. Machado se enfrentó valientemente a los uniformados, que estaban ataviados como si estuvieran buscando a un comando de islamistas.
Las encuestas sugieren que la oposición tiene una victoria a la vista. La última encuesta de Consultores 21 sitúa a «Edmundo para todo el Mundo» con el 50% de los apoyos, y un techo de hasta el 58%, mientras que Nicolás Maduro sólo tiene el 25% de la intención de voto, con un crecimiento potencial hasta el 35%.
El gobierno actual ha sido acusado de usar tácticas desleales para impedir una victoria de la oposición. Hace meses que el Estado ‘tramposo’ puso en marcha su maquinaria en un fraude a cámara lenta, que impide a la oposición presentar a Machado, ganadora de las primarias, y a cerca de seis millones de personas votar el 28 de julio, cinco de ellas en el exterior.
La persecución y el hostigamiento han sido fuertes en el año electoral. Más de 40 personas han sido detenidas, incluyendo una docena de relevantes colaboradores de Machado. Además, dos dirigentes del partido Voluntad Popular (VP), liderado por el exprisionero político Leopoldo López, han desaparecido cuando se disponían a participar en la caravana de la libertad.
En un intento de contraprogramar a la oposición, el oficialismo, por órdenes del Palacio de Miraflores, acarreó a funcionarios públicos, milicianos y miembros de grupos revolucionarios hasta el acto convocado. Este mitin fue retransmitido por los canales de televisión, los mismos que desde hace 10 años han vetado la presencia de Machado en antena.
En medio de esto, Nicolás Maduro se sumó a la marcha oficialista después de un mitin en el estado petrolero de Zulia, fronterizo con Colombia. Allí, aprovechó la ocasión para bailar con Diosdado Cabello, número dos de la revolución y jefe del ala radical de la revolución.
La caravana de la libertad también ha hecho acto de presencia en la mitad del país para dar la bienvenida a la campaña recién iniciada. Se ha visto en Valencia, Guasdalito, Barinas, Guanare, San Cristóbal; estos son lugares donde hace un año era impensable, dado que los venezolanos se daban por rendidos en vísperas de que el chavismo celebrase su 25 aniversario en el poder.
Mara Corina Machado levantó el ánimo de la multitud al exclamar «Caracas, faltan 24 días para ganar!» Edmundo González Urrutia, por su parte, animó a los venezolanos diciendo «Arrancamos Venezuela, en familia y en equipo!». El líder opositor tiene previsto viajar el próximo sábado a Barinas, la cuna de la revolución. «Comienza el camino del cambio», concluyó.