El baloncesto español vivió una noche de tensión y agonía en la Fonteta, Valencia, durante el emocionante partido contra Finlandia. Sin embargo, la verdadera prueba para España es el enfrentamiento que se avecina contra Bahamas, una nación caribeña sin tradición en baloncesto, pero que representa una amenaza significativa e inesperada en el camino hacia los Juegos de París.
Bahamas, un país con una población de solo 400.000 habitantes y donde el críquet es el deporte nacional, nunca ha participado en una cita olímpica ni en un Mundial de baloncesto. A pesar de esto, los bahameños han demostrado ser un equipo fuerte y competente, eliminando a Líbano con un marcador de 89-72 en la Fuente de San Luis y sorprendiendo a todos con su rendimiento.
La selección de Bahamas, dirigida por el entrenador Chris DeMarco, incluye tres jugadores de la NBA: DeAndre Ayton, Buddy Hield y Eric Gordon. Aunque ninguno de estos jugadores ha sido All Star, son indiscutiblemente parte de la élite de la liga. «Uno por uno, tenemos todas las de perder, ninguna opción de ganar», advirtió el entrenador español Sergio Scariolo.
DeAndre Ayton, el primer pívot del draft de 2018, es un jugador con un gran potencial y un reto para el destacado jugador español Willy Hernangómez. Por otro lado, Buddy Hield, originario de Freeport, es uno de los tiradores más eficaces de la NBA y recientemente ha sido fichado por los Golden State Warriors.
El veterano del trío, Eric Gordon, es un experimentado jugador con casi 900 partidos en la NBA y un promedio de 15.7 puntos por partido. Ganó un Mundial de baloncesto con el equipo de Estados Unidos en 2010 y ahora representa a Bahamas, el país natal de su madre.
Además de estos tres jugadores, el equipo de Bahamas cuenta con varias promesas de la NCAA, incluyendo a VJ Edgecombe, un escolta de 18 años que debutará en la Liga Universitaria con Baylor y que las predicciones sitúan entre los cinco primeros del draft de 2025.
A pesar de la desalentadora perspectiva, España se mantiene optimista y preparada para el desafío. «Ellos tienen jugadores de quinteto NBA, acostumbrados a meter 20 puntos en la NBA, jugadores de otra dimensión a nivel individual. Son muy capaces. Tenemos que estar muy preparados para intentar limitar estas actuaciones de sus estrellas intentando tampoco desangrarnos con otros jugadores que tienen y ofensivamente ser capaces de jugar contra un equipo muy atlético que mete manos, presiona, tapona… Tienen una calidad atlética muy alta. Tenemos una tarea muy difícil. Pero este siempre da la cara», concluyó Scariolo.
En este sentido, el baloncesto español se enfrenta a una realidad incierta, pero también a una emocionante oportunidad para demostrar su valía en el escenario internacional. La final contra Bahamas, que se jugará este domingo (20:30 h., Teledeporte), promete ser un emocionante espectáculo de baloncesto y un hito en la carrera hacia los Juegos de París.