Los pacientes con long covid retienen ARN viral durante años

Los pacientes con covid persistente conservan ARN viral y células T activas durante años

Las personas que han padecido la enfermedad de COVID-19 a menudo sufren una serie de síntomas persistentes, en un fenómeno conocido como «long COVID«. Esta condición afecta a un grupo diverso de individuos y puede incluir una amplia gama de síntomas, desde problemas neurológicos hasta enfermedades cardíacas.

Una investigación reciente, publicada en la revista Science Traslational Medicine, ha revelado que los pacientes con long COVID pueden presentar signos de activación anormal de las células inmunitarias en diferentes órganos y tejidos, y retazos de ARN del SARS-CoV-2 en el intestino, incluso dos años después de la infección.

El estudio involucró a 24 personas que se habían recuperado de la enfermedad, y que se sometieron a una Tomografía por Emisión de Positrones (PET) de cuerpo entero. Los resultados de este estudio podrían ayudar a comprender mejor la base de la COVID persistente, un fenómeno que aún no tiene tratamientos específicos, más de cuatro años después de que comenzara la pandemia.

Michael Peluso, investigador en la Universidad de California en San Francisco, y primer autor del estudio, explicó que la investigación es una de las primeras en analizar la activación inmunitaria en todo el cuerpo, no solo en la sangre o en fragmentos de tejido microscópicos.

Peluso señaló que todavía no se sabe cómo esta activación inmunitaria provoca el long COVID. Sin embargo, el equipo encontró fragmentos del virus en biopsias de tejido rectal de las personas afectadas. Es posible que estos fragmentos sean los causantes de la activación inmunitaria, y si es así, podrían ser un objetivo para el tratamiento.

La investigación ha revelado que, en comparación con los controles prepandémicos, los pacientes recuperados mostraban fuertes signos de células T activadas en el tronco encefálico, la médula espinal, los tejidos cardíacos y pulmonares y muchos otros lugares del cuerpo. Esta activación de las células T se correlacionaba con los síntomas de COVID prolongada.

Los autores del estudio también examinaron muestras de tejido colorrectal de cinco personas con síntomas de long COVID y encontraron ARN residual de SARS-CoV-2 en las células intestinales. Este hallazgo sugiere que el ARN viral puede persistir en el intestino durante casi dos años después de la infección.

Las observaciones del estudio desafían la idea preconcebida de que la COVID-19 es una infección aguda transitoria. Los investigadores están empezando a entender que la persistencia de la COVID es un fenómeno complejo que todavía está lleno de misterio.

Peluso enfatizó que se necesitan estudios más amplios y con participantes más diversos para obtener respuestas más completas y precisas sobre long COVID. También señaló que aún no se conocen los factores que determinan la variabilidad de los síntomas de la long COVID entre los individuos.

El experto concluyó que necesitamos más inversión para estudiar cada una de las causas de la COVID persistente y entender qué efecto tienen. Nos queda mucho trabajo por hacer y debemos mantener el impulso.

Referencia:

Michael Peluso et al. Tissue-Based T Cell Activation and Viral RNA Persist for Up to Two Years Following SARS-CoV-2 Infection. Science Translational Medicine

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