Este viernes, el partido político chileno Amarillos por Chile ha oficializado su respaldo a Sebastián Sichel, el actual candidato de Chile Vamos, en su campaña para ser elegido como alcalde de Ñuñoa. Esta decisión se ha tomado con la creencia firme de que Sichel es el candidato más apto para llevar a la comuna de Ñuñoa hacia un futuro próspero y seguro.
El secretario general de Amarillos, Ricardo Brodsky, ha declarado que su partido apoya a Sichel porque consideran que Ñuñoa merece más de lo que ha recibido hasta ahora. Brodsky sostiene que Ñuñoa, una comuna emblemática para la clase media y el centro político, requiere de un líder con la capacidad de gestión y experiencia pública que Sichel ha demostrado poseer.
El objetivo principal de este respaldo es sacar a la comuna de Ñuñoa del estancamiento en el que se encuentra, un estado que Brodsky atribuye al partido político Revolución Democrática. Ellos confían en que Sichel será capaz de mejorar significativamente la situación actual de la comuna.
Sichel ha expresado su agradecimiento por este apoyo, afirmando que su necesidad de Amarillos no radica en ganar las elecciones, sino en comenzar a construir un futuro mejor para Ñuñoa. Ha hecho un llamado a los miembros del partido para que se unan no solo a su campaña, sino también a su gestión municipal y al plan que tiene para los próximos 30 años.
La visión de Sichel para Ñuñoa durante los próximos 30 años se centra en la mejora y desarrollo de varias áreas clave. En términos de seguridad, tiene la intención de triplicar la capacidad de cámaras de seguridad, incorporar inteligencia artificial para el mapeo barrial y recuperar espacios públicos para revitalizar los barrios.
En cuanto al desarrollo económico, Sichel planea potenciarlo a través de medidas como la creación de un Hub de emprendimiento e innovación, rearticular la calle Irarrázaval como un centro de servicios para Santiago, y colaborar con instituciones públicas para fomentar el desarrollo de emprendimientos en la comuna.
Sichel también ha compartido su deseo de convertir Ñuñoa en un centro cultural, similar al distrito Palermo de Buenos Aires. Para lograrlo, pretende atraer inversiones en ofertas culturales, turísticas y hoteleras, ya que hasta ahora, según él, no ha habido una política directa de atracción de inversión por parte del municipio que permita que estas industrias se instalen en la comuna.
Finalmente, Sichel se propone a mejorar los servicios municipales, apuntando a «gastar más y mejor». Esto implica recuperar servicios que existían anteriormente, como el acercamiento urbano, y la educación pública, que según él, fue intervenida por razones ideológicas. Sichel se compromete no solo a luchar para que estos servicios no se transfieran a la SLEP, sino también a redirigir la inversión para mejorar su capacidad.
En definitiva, el respaldo de Amarillos a Sichel representa una nueva esperanza para la comuna de Ñuñoa. Con Sichel como alcalde, se espera que Ñuñoa pueda ver mejoras significativas en la seguridad, el desarrollo económico, la cultura y los servicios municipales.