La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) ha tenido que lidiar con un caso perturbador en la región de Chiloé. Los cuerpos de una madre y sus dos hijos menores de edad fueron descubiertos en su casa situada en Quellón, remarcando una tragedia que ha dejado un sinfín de interrogantes en la comunidad.
Un familiar de la mujer, identificada como Rosa Legue Carimoney, fue quien hizo el descubrimiento. El hombre llegó a la residencia con la intención de picar leña, pero lo que encontró fue una escena desgarradora que lo llevó a alertar a las autoridades de inmediato.
De acuerdo con La Opinión de Chiloé, el familiar de la víctima relató que el cuerpo de Rosa yacía entre la cocina y el comedor, con una herida cortante en el cuello. Los cadáveres de los niños, por otro lado, fueron encontrados en una de las habitaciones de la casa.
El hombre detalló su experiencia: “Yo fui a repicar leña hoy día que tenía día libre (…) primero pasé a tocar la puerta de la calle y no abrió nadie (no escuché) ningún ruido. De ahí entré por la puerta de fondo, y ahí abrí la puerta de la cocina y me encontré a la mujer que estaba tirada en el suelo”.
Tras el hallazgo, la PDI emprendió las investigaciones correspondientes, en las que se determinó que la madre había asesinado a sus hijos antes de quitarse la vida. “Logrando hasta el momento, y con las evidencias recabadas, corroborar la hipótesis inicial presentada, la cual se trata de un doble parricidio y posterior suicidio, específicamente con el trabajo en suceso y su interpretación”, explicó el Prefecto de la PDI, Enrique Zamora.
Zamora también mencionó que se habían gestionado los servicios de un equipo de psicólogos del Instituto de Criminología de la PDI, para que realizaran los estudios de campo pertinentes que permitieran consolidar la hipótesis. La necesidad de este tipo de intervenciones psicológicas se vuelve imprescindible en situaciones tan traumáticas y devastadoras, tanto para los familiares como para la comunidad en su conjunto.
No hay duda de que se trata de un caso sumamente trágico que ha dejado a la comunidad de Chiloé en estado de shock. A medida que las investigaciones continúan, se espera que se pueda arrojar más luz sobre esta tragedia y ayudar a la comunidad a empezar el largo y difícil proceso de curación.
La violencia intrafamiliar y los problemas de salud mental son asuntos serios que merecen atención y recursos adecuados. En este sentido, es crucial que las autoridades y las organizaciones pertinentes trabajen juntas para garantizar que se brinde el apoyo necesario a las personas en situación de riesgo.
Este caso en Quellón es una muestra desgarradora de lo peor que puede suceder cuando estos problemas no se abordan adecuadamente. Mientras la comunidad y el país entero lloran la pérdida de estas vidas inocentes, es imperativo que se tomen medidas para prevenir que tales tragedias vuelvan a ocurrir.