Hezbolá ejecuta su ataque más grande contra Israel desde el comienzo del conflicto, disparando 200 proyectiles y 20 drones | Internacional

EL PAÍS

El escenario en Oriente Medio sigue siendo tenso y volátil, con la guerrilla chií Hezbolá ejecutando lo que se considera el mayor ataque contra Israel en casi nueve meses de conflicto. Este hecho se produce en medio del constante sonido de las alarmas en el norte de Israel. El grupo ha lanzado un total de 200 cohetes y una veintena de drones, una ofensiva contundente que, sin embargo, ha dejado una sola víctima mortal.

La víctima fue un soldado en los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado por Israel. Este soldado es uno de los miles de reservistas israelíes que han estado desplegados en la frontera durante meses, en previsión de una guerra de alta intensidad que podría llevarlos a invadir Líbano. Ante esta amenaza, Israel ha reforzado su despliegue y ha estado preparando a sus hombres en maniobras especiales.

El ataque de Hezbolá fue confirmado por la guerrilla y se dijo que era en respuesta al asesinato selectivo que Israel llevó a cabo en la ciudad libanesa de Tiro contra Muhammad Nimah Nasser, un alto mando del grupo. Durante el funeral de Nasser, Hezbolá emitió nuevas amenazas contra Israel, con Hashem Safieddine, un alto cargo del grupo proiraní, declarando que continuarían apuntando a nuevos sitios que el enemigo no imagina que podrían ser atacados.

En el otro lado del conflicto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que están “más cerca que nunca” de liberar a los rehenes que permanecen en la franja de Gaza. En este territorio, los muertos por ataques israelíes ya suman más de 38,000. A raíz de esto, el primer ministro Benjamín Netanyahu convocó a su gabinete de seguridad para discutir la propuesta presentada por los fundamentalistas palestinos a Qatar, Egipto y Turquía.

Netanyahu también mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la que le informó que va a enviar una delegación para avanzar en las negociaciones. Esta noticia es un signo positivo en medio de un conflicto en apariencia sin fin.

Aunque los sistemas antiaéreos israelíes pudieron interceptar parte del ataque de Hezbolá, algunos daños materiales fueron inevitables. Además, decenas de espacios abiertos acabaron siendo pasto de las llamas. Hasta 40 unidades de bomberos y 10 aviones luchaban contra las llamas en diferentes puntos de la frontera donde habían caído los proyectiles y los aviones no tripulados.

Mientras tanto, en la Franja de Gaza, principal escenario de la guerra, existe cierta esperanza en la arena diplomática a pesar de que los ataques de las tropas de ocupación continúan en diferentes zonas. Hamás, el grupo palestino, podría estar dispuesto a avanzar en un alto el fuego, cediendo a su exigencia de que eso suponga el fin total de la guerra.

En octubre, se logró una semana de tregua, durante la cual fueron liberados más de 100 de los 250 rehenes capturados por Hamás. Desde entonces, los contactos han sido casi constantes y, en algunas ocasiones, se ha informado de que un pacto estaba muy cerca. Sin embargo, aún quedan más de un centenar de secuestrados dentro del enclave palestino, y traerlos de vuelta es, junto con la total aniquilación de Hamás, el objetivo que se plantea Netanyahu.

A pesar de las presiones en la calle para que Netanyahu avance con más decisión hacia la liberación de los rehenes, los acontecimientos le están demostrando que acabar con un movimiento que es mucho más que unos mandatarios y miles de hombres armados no es sencillo. Los batallones de Hamás se están reorganizando en zonas de la Franja en las que Israel los había dado ya por extinguidos, lo que obliga a las tropas israelíes a regresar a puntos en los que ya habían combatido de manera intensa durante semanas.

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