En un reciente incidente en la Cámara de Diputados de Chile, la diputada Camila Rojas del Frente Amplio se vio obligada a retirar a su hija de dos años de la sala después de que dos diputados de oposición se opusieran a su presencia. Este hecho fue lamentado por Rojas, quien describió la situación como excepcional y calificó a aquellos que rechazaron la presencia de su hija como «miserables».
El incidente comenzó cuando Eric Aedo, vicepresidente de la Cámara Baja y miembro del Partido Demócrata Cristiano (DC), interrumpió la sesión para pedirle a Rojas que sacara a su hija de la sala. Este hecho generó una airada respuesta de varios parlamentarios de todos los sectores políticos, entre los que se encontraban Marisela Santibáñez del Partido Comunista (PC) y Eduardo Durán de Renovación Nacional (RN), quienes recordaron que a otros diputados se les había permitido estar acompañados de sus hijos en el pasado.
En medio de esta controversia, el secretario de la Cámara, Miguel Landeros, explicó que la hija de Rojas podía permanecer en la sala si había unanimidad entre los presentes. Sin embargo, Agustín Romero del Partido Republicano (REP) y Johannes Kaiser, diputado independiente, votaron en contra, lo que obligó a que la niña fuera sacada de la sala, según lo consignado por Radio Biobío.
Rojas, visiblemente afectada por la situación, condenó la acción de los diputados que se opusieron a la presencia de su hija. En una serie de publicaciones en las redes sociales, la diputada del Frente Amplio explicó que su hija había asistido a la Cámara sólo tres veces y que estaba consciente de que, por reglamento, no podía ingresar a la sala a menos que hubiera unanimidad.
“Estaba inscrita para intervenir y entré a la sala. La diputada Schneider iba a cuidar a mi hija afuera por unos minutos”, relató Rojas. Sin embargo, en un lapso de no más de cinco minutos, se pidió que sacara a su hija de la sala. A pesar de los intentos de sus colegas diputadas para alcanzar la unanimidad necesaria para que la niña permaneciera, Romero y Kaiser se opusieron.
Rojas destacó que si la presidenta de la Cámara, Karol Cariola, hubiera estado presente, la situación se habría manejado de manera diferente. Sin embargo, Cariola estaba dirigiendo los comités en ese momento. “De esos dos republicanos por supuesto no espero nada, miserables los encuentro”, concluyó Rojas.
Este incidente ha resaltado las tensiones existentes en la política chilena y ha abierto un debate sobre las normas y regulaciones que rigen la presencia de niños en la Cámara de Diputados. La diputada Rojas ha recibido el apoyo de varios de sus colegas y de una parte significativa de la sociedad chilena que considera que se debe permitir la presencia de niños en la sala, especialmente en circunstancias excepcionales. Sin embargo, también ha habido voces críticas que argumentan que la sala de la cámara debe ser un espacio exclusivamente para el debate parlamentario.