El presidente ruso, Vladímir Putin, ha hecho uso de uno de sus raros viajes fuera de Rusia para reforzar sus lazos con varios líderes mundiales y buscar el acercamiento de otros que pueden tener un papel significativo en el futuro de la guerra en Ucrania. Putin llegó este miércoles a Astaná, la capital de Kazajistán, para participar en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), un foro de seguridad regional.
Además de la reunión general de la OCS, Putin ha mantenido encuentros con varios líderes, como el presidente chino, Xi Jinping, uno de sus principales aliados. También ha tenido conversaciones con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan; con el mandatario iraní en funciones, Mohammad Mojber, tras la muerte de Ebrahim Raisi; y con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, un nuevo aliado de Rusia pero a su vez, un enemigo de Armenia, supuestamente aliada de Moscú.
La OCS ha ganado importancia tras el distanciamiento de Rusia con Occidente y el acercamiento paralelo de China a Moscú. Aunque no alcanza el estatus de bloque militar como la OTAN o la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) liderada por Moscú, sus miembros debaten cuestiones de defensa y comercio.
Desde que desató la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022, Putin ha viajado fuera de Rusia en 19 ocasiones. El líder ruso ha centrado las visitas oficiales en sus socios más fieles: Bielorrusia, China, los países exsoviéticos de Asia Central e Irán. Además, Putin enfrenta una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional desde marzo de 2023 por crímenes de guerra, específicamente por el traslado forzoso de menores ucranianos lejos de sus hogares y familias.
Putin tenía previsto reunirse durante dos días con siete líderes. Entre ellos, su anfitrión, el presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev; el primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif; y los líderes de Mongolia, Turquía, Azerbaiyán, Irán y China. Según informes de Bloomberg, la inteligencia occidental sospecha que Pekín y Moscú están diseñando un modelo mejorado del dron Shahed iraní, un arma que se ha convertido en una pesadilla para las ciudades ucranianas.
La guerra en Ucrania y las elecciones estadounidenses de noviembre son dos temas presentes en la cumbre de Astaná. Según el diario estadounidense Politico, el supuesto plan del ex presidente Donald Trump para el futuro de la OTAN incluye negociar con Putin la entrega de territorios ucranianos a Rusia y rechazar la entrada de Kiev en la Alianza Atlántica. El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha negado que haya habido negociaciones con Trump sobre estos temas.
En la OCS participan naciones que son rivales acérrimos, como India y Pakistán, miembros de pleno derecho y enfrentados desde su partición en 1948; y Turquía, país miembro de la OTAN que ha tenido conflictos con Rusia en diversas áreas, desde Libia al Cáucaso, pasando por el mar Negro.
Putin y Xi Jinping se reunieron nuevamente este miércoles después de su encuentro del pasado 16 de mayo en la capital china. Putin reiteró que su asociación integral y su interacción estratégica están en el mejor periodo de su historia, mientras que el líder chino instó a mantener «la amistad para siempre» en un escenario internacional «que está muy lejos de ser sencillo».
A pesar de que ambos países han iniciado «una nueva era» de amistad y han declarado que su gran rival es Estados Unidos, el juego geopolítico es más complicado de lo que transmiten sus comunicados conjuntos. Un mes después del encuentro con Xi, Putin visitó Corea del Norte por primera vez en 24 años en busca de armamento.
El régimen de Kim Jong-un ha encontrado en la necesidad de munición del Kremlin una vía para romper su aislamiento. Moscú, que ha detenido estos años a numerosos científicos por supuesto espionaje para China, firmó con el régimen norcoreano un tratado de defensa mutua que altera el equilibrio estratégico en la zona.
Asia Central, la puerta a Europa de la antigua Ruta de la Seda china, también es un objetivo apetecible para Pekín. «La encantadora tierra de Kazajistán; su espléndida y original cultura; su vasto y magnífico paisaje; y su amable y amigable gente, son de lo más impresionante», halagaba Xi a los kazajos a través de un comunicado, prometiendo reforzar su protección y «asociación estratégica».
Xi Jinping ha prometido protección a Tokayev, aunque fue Putin quien mantuvo al presidente kazajo en el poder con sus tropas durante las protestas civiles de enero de 2022. Apenas mes y medio antes de la invasión de Ucrania, el gobierno de Kazajistán llamó a sus aliados de la OTSC por primera vez desde la constitución de esta plataforma como alternativa a la OTAN.
Armenia también reclamó la ayuda de esta alianza liderada por Rusia durante las ofensivas emprendidas por Azerbaiyán —apoyada por Turquía— en el enclave de Nagorno Karabaj desde 2020. Sin embargo, Putin desoyó los ruegos y mantuvo una posición neutral que benefició al mandatario azerí. Hoy, Putin y Aliyev mantendrán una reunión, mientras el presidente armenio, Nikol Pashinián, se plantea abandonar la OTSC y dirigir su mirada a la Unión Europea.
«Tenemos muchas cuestiones que debatir, y eso que estamos en contacto casi una vez al mes», manifestó Aliyev a Putin al comienzo de su encuentro. En la parte del encuentro que trascendió al público, ambos mandatarios pusieron el foco en el corredor Norte-Sur, que unirá Rusia con Irán y la India a través de Azerbaiyán, y en el aumento de sus intercambios comerciales desde 2022, el año en que Azerbaiyán venció a Armenia en Nagorno Karabaj con Moscú al margen.