Macronistas y la izquierda moderada en Francia promueven la formación de una gran coalición para prevenir un gobierno de extrema derecha | Internacional

EL PAÍS

El futuro político de Francia se encuentra en un momento de incertidumbre. Una gran coalición parlamentaria se perfila como una opción cada vez más probable para frenar a un posible gobierno de extrema derecha. Este escenario incluiría a todos los partidos, excepto a la extrema derecha y, posiblemente, a la izquierda radical de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.

La idea de formar esta alianza ha cobrado fuerza tras la primera vuelta de las elecciones legislativas, celebrada el pasado domingo. El centro y la izquierda han acordado un cordón sanitario contra el partido de Marine Le Pen, el Reagrupamiento Nacional (RN). Más de 220 candidatos han renunciado a presentarse en la segunda vuelta en distritos donde la victoria de la extrema derecha era una posibilidad real. Al retirarse, han evitado la dispersión del voto, concentrándolo en el candidato capaz de derrotar al candidato del RN.

Mientras los franceses se preparan para votar, no necesariamente a favor de alguien, sino en contra del RN, las grandes formaciones comienzan a analizar escenarios para el día después. Una gran alianza parlamentaria que apoye a un Gobierno técnico es una opción cada vez más mencionada por los partidos moderados.

Gabriel Attal, el primer ministro saliente, sugiere que una “Asamblea plural” alternativa al RN podría agrupar a varios grupos políticos de derechas, izquierdas y de centro que trabajen juntos al servicio de los franceses. Por su parte, François Bayrou, líder del centrista MoDem, aliado del macronismo, sugiere buscar “respuestas inéditas” para evitar un bloqueo institucional si ningún bloque logra la mayoría necesaria para gobernar.

Ante la realidad de que la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), el segundo bloque más fuerte tras el RN en la primera vuelta, no tiene posibilidades de obtener la mayoría absoluta, el pragmatismo se impone. Socialistas, ecologistas y comunistas están considerando la idea de la gran coalición, pero exigen que su probable mayor peso parlamentario sea reconocido en el futuro acuerdo.

El expresidente socialista François Hollande ha señalado que lo importante es votar para descartar a la extrema derecha y que haya el máximo número posible de diputados de izquierda en la Asamblea Nacional. Una vez logrado este escenario, sería posible discutir la posibilidad de un acuerdo provisional de un año, hasta que se puedan volver a convocar elecciones legislativas, o incluso de tres años, hasta las presidenciales de 2027.

Édouard Philippe, el primer ministro conservador y primer jefe de Gobierno de Emmanuel Macron en 2017, ha anunciado que votará al candidato comunista de su circunscripción para frenar al del RN. Sin embargo, el jefe del partido Horizons, aliado del macronismo, ha establecido desde el comienzo de la campaña un límite a la izquierda radical bajo el principio “ni-ni”: “Ni el RN, ni LFI”.

Xavier Bertrand, de la derecha tradicional de Los Republicanos (LR), sugiere otra solución: un gobierno provisional que reúna en la Asamblea a los hombres y mujeres de buena voluntad capaces de abrirse a un proyecto concreto. LR vive una crisis profunda tras la decisión de su aún presidente formal, Éric Ciotti, de aliarse con el RN en contra de la voluntad de sus barones, incluyendo a Bertrand.

El presidente Emmanuel Macron ha sido enfático al excluir a La Francia Insumisa de cualquier acuerdo de gobierno. “No gobernaremos con La Francia Insumisa”, recalcó Macron durante el último Consejo de Ministros antes de las elecciones. La portavoz del Gobierno, Prisca Thevenot, añadió que “combatir al RN hoy no es aliarse a LFI mañana”.

Marine Le Pen, líder de la formación de extrema derecha, ha dicho que si su partido obtiene solo una mayoría relativa de en torno a los 270 escaños, buscará una alianza para llegar a la mayoría absoluta con diputados de la derecha. Sin embargo, el partido de Mélenchon rechaza unirse a un acuerdo de ese tipo. “Los insumisos solo gobernarán para aplicar su programa”, ha dicho al respecto el coordinador nacional de LFI, Manuel Bompard.

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