Las AFP intentan prevenir modificaciones legislativas que puedan impactar en su rentable negocio.

Las AFP buscan “evitar cambio legislativo que pueda afectar este negocio tan lucrativo”

El tema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en Chile ha sido un tópico de discusión durante años. Sin embargo, el presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, Andrés Solimano, recientemente destacó la parálisis en la reforma de las pensiones debido al poderoso grupo de presión que representan las AFP.

Con más de 15 años intentando modificar el sistema de pensiones, las reformas más significativas tuvieron lugar en 2008 con la creación del pilar solidario. Sin embargo, Solimano apunta a que las AFP siguen siendo intocables, con altas tasas de ganancia y un fuerte poder de presión que busca evitar cualquier cambio en la legislación que pueda afectar sus lucrativos negocios.

El sistema actual de pensiones, según Solimano, está en crisis de legitimidad. La coexistencia de bajas pensiones, que condenan a muchos a una vejez empobrecida, y los altos retornos monetarios obtenidos por las compañías que gestionan los fondos de pensiones, crean una situación insostenible. Esta crisis está empujando a muchos países de América Latina y Europa del Este a abandonar el sistema de pensiones privatizado, mientras que Chile sigue aferrado a un sistema que no funciona.

En otra cuestión urgente, el alza en las cuentas de la luz ha suscitado controversias. Las tarifas de luz fueron congeladas durante el estallido social y la pandemia, acumulando una deuda de alrededor de 6 mil millones de dólares con consorcios eléctricos. Solimano señala que, aunque podría postergarse el ajuste, la deuda seguiría creciendo y acumulándose con más intereses.

La realidad de la subida de las tarifas de luz se enfrenta a las familias chilenas en pleno invierno, con aumentos que pueden superar el 50%. El sistema privado de energía garantiza ciertas tasas de retorno a las compañías privadas, lo que, junto con otros factores como la infraestructura obsoleta, contribuye a los altos costos de la energía en Chile.

El gobierno ha propuesto triplicar el subsidio para las familias más pobres para aliviar la carga de las cuentas de luz. Sin embargo, este método requiere que las personas soliciten el subsidio, lo cual puede ser un desafío para muchos debido a barreras digitales y logísticas. Solimano sugiere que se podrían explorar otras alternativas, como entregar el subsidio directamente a las compañías eléctricas para que lo traspasen en las cuentas al consumidor.

En términos económicos, la economía chilena ha experimentado un crecimiento del 1.1%. Aunque esta cifra parece baja, Solimano advierte que es una señal de que el dinamismo de la economía no está garantizado. La inversión privada, el impulso fiscal, los estímulos monetarios, el crecimiento de las exportaciones y el precio del cobre son todas variables que afectan el crecimiento y dinamismo de la economía.

Finalmente, el establecimiento del salario mínimo en 500 mil pesos ha sido un tema de discusión. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ha propuesto aumentarlo a 600 mil en los próximos años. Solimano considera que, aunque puede suponer un aumento de costos laborales para los empresarios, también contribuye a aumentar el poder de compra de los trabajadores y, por lo tanto, las ventas de las empresas.

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