La transición hacia los vehículos eléctricos no ha sido tan fluida como se esperaba. En un estudio reciente, se descubrió que la mitad de los conductores de coches eléctricos se arrepienten de su elección y preferirían volver a los vehículos de gasolina o diésel. Este fenómeno podría explicar por qué la transición hacia el coche eléctrico no avanza al ritmo esperado.
La consultora McKinsey & Company realizó el estudio a nivel global, encuestando a más de 30,000 personas de diferentes países, incluyendo Australia, China, Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia y Noruega. Aunque España no se incluyó en el estudio, los datos de los países europeos pueden ser extrapolables a nuestro mercado.
El estudio analiza las razones por las cuales los conductores de coches eléctricos quieren regresar a la gasolina o al diésel. De manera bastante sorprendente, en Australia, casi el 49% de los conductores de vehículos eléctricos considera que su próximo coche será de combustión interna, una cifra similar a la de Estados Unidos, donde este porcentaje es del 46%.
En Europa, las cifras son más favorables para los eléctricos. Solo uno de cada cuatro conductores en Alemania regresaría a la combustión interna, mientras que en Italia, un país con una penetración del eléctrico similar a la de España, solo el 15% estaría considerando un cambio. Es curioso que un país donde el avance del coche eléctrico es más lento, como Italia, también tenga la tasa más alta de conductores satisfechos con su coche eléctrico.
El estudio también revela que uno de cada tres conductores a nivel global considera que su próximo coche será eléctrico (18%) o híbrido enchufable (20%). Sin embargo, un 21% aún no se plantea comprar un eléctrico debido a su alto costo (45%), los problemas de recarga (33%) y las preocupaciones sobre la autonomía (29%).
En cuanto a las razones por las que los conductores eléctricos se plantean volver a la combustión interna, la insuficiencia de la infraestructura de carga es la principal preocupación (35%), seguida de los altos costos de propiedad de un eléctrico (34%) y las limitaciones para viajes de larga distancia (32%). Sorprendentemente, uno de cada cuatro propietarios insatisfechos de coches eléctricos (24%) se plantea volver al diésel o la gasolina porque no pueden recargar su coche en casa.
Este estudio subraya un problema que se ha estado advirtiendo durante algún tiempo: la transición al vehículo eléctrico depende en gran medida del desarrollo de la infraestructura de carga. Actualmente, la oferta de coches eléctricos es cada vez mayor, así como la variedad de opciones que se adaptan a todos los presupuestos y necesidades. Sin embargo, la infraestructura de recarga sigue siendo un obstáculo importante para muchos conductores.
Es incomprensible que muchos conductores, después de haber comprado un coche eléctrico, consideren que su siguiente coche será de combustión interna. Este patrón se evidenció en un estudio realizado en Europa que concluyó, erróneamente, que el 54% de los propietarios de vehículos eléctricos se arrepentían de su compra.
Según el Barómetro de Electromovilidad de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la infraestructura de carga española está muy lejos de la del resto de la Unión Europea, y un 11% de los puntos de recarga instalados no están operativos.
En el primer semestre de 2024, los coches eléctricos más vendidos en España fueron el Tesla Model 3 (4.535 unidades), el Tesla Model Y (2.628 unidades), el MG 4 (1.432 unidades), el Volvo EX30 (1.312 unidades) y el Mercedes EQA (835 unidades), según datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico y elaborados por Ideauto para ANFAC.
En definitiva, la transición hacia los vehículos eléctricos aún enfrenta importantes desafíos. Aunque cada vez hay más opciones de coches eléctricos disponibles en el mercado, el desarrollo de la infraestructura de carga sigue siendo un obstáculo importante para muchos conductores. A pesar de los avances tecnológicos, todavía queda mucho camino por recorrer antes de que los coches eléctricos se conviertan en la norma.