Doctor, ¿qué tal si buscamos una segunda opinión de la Inteligencia Artificial?

EL PAÍS

La Inteligencia artificial (IA) está marcando nuevas pautas en el sector de la salud, desde la interpretación de biopsias y lesiones cutáneas hasta el diseño de medicamentos innovadores y la selección de tratamientos. Los expertos en el sector sugieren que estamos entrando en una fase de reconocimiento del verdadero valor de la IA en la salud, un fenómeno que se considera irreversible.

Según Josep Munuera, jefe de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Sant Pau de Barcelona, y experto en tecnologías digitales aplicadas a la salud, estamos en un momento crucial para comprender el verdadero valor de la IA en la atención sanitaria. Para Víctor Maojo, profesor de Inteligencia Artificial y director del Grupo de Informática Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, la revolución de la IA debe realizarse de manera seria y beneficiosa, evitando el riesgo de intereses monetarios rápidos.

La IA está ganando protagonismo en varios campos de la medicina, pero también plantea problemas éticos y técnicos. En la interpretación de imágenes, la IA tiene una ventaja significativa gracias a su capacidad para detectar patrones y al entrenamiento de modelos en los últimos años. Sin embargo, estas herramientas de IA a menudo están entrenadas para un solo tipo de lesión y no pueden diagnosticar cualquier anomalía a partir de una imagen. Además, a pesar de ofrecer diagnósticos más precisos, estas herramientas pueden no proporcionar siempre beneficios reales.

El problema de la «caja negra» de la IA, en el que los algoritmos pueden ser opacos para los usuarios, es una preocupación ética importante. Este problema puede introducir sesgos y conducir a errores difíciles de identificar. Además, se plantea la cuestión de la responsabilidad: si confiamos en la máquina, ¿es el médico o el programador el responsable de un error?

En la búsqueda de medicamentos, la IA puede acelerar el proceso de predicción de la estructura de las proteínas, un problema complejo en biología. Herramientas de IA como AlphaFold de Google DeepMind y ESMFold de Meta pueden describir la estructura de cientos de millones de proteínas en minutos. Estos avances pueden facilitar la comprensión de las enfermedades y el desarrollo de nuevos medicamentos.

Los chatbots impulsados por IA, como ChatGPT, también están mostrando promesa en el ámbito médico. Un estudio reciente demostró que ChatGPT podría aprobar los exámenes para obtener la licencia de médico en los Estados Unidos. Sin embargo, la utilidad de estas herramientas depende en gran medida de su capacidad para mejorar la comunicación entre el médico y el paciente, en lugar de realizar diagnósticos.

A pesar de las promesas y los retos, los expertos coinciden en que la revolución de la IA en la medicina es inevitable. Sin embargo, también advierten contra la confianza ciega en estas tecnologías. Como dice Maojo, «el riesgo que suponen unos algoritmos defectuosos es exponencialmente mayor que el que implica una sola interacción médico-paciente… La IA no puede ser una excepción, necesita estudios rigurosos». Como siempre, es necesario un equilibrio entre el avance tecnológico y la seguridad y eficacia en la atención sanitaria.

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