China aumenta la tensión en el Estrecho al detener un pesquero taiwanés | Internacional

EL PAÍS

El martes por la noche, los guardacostas chinos abordaron un pesquero taiwanés, el Da Jin Man 88, que operaba en aguas cercanas a la isla de Kinmen, un territorio controlado por Taipéi y ubicado frente a la costa de China. El barco fue escoltado hasta territorio de la República Popular, donde permanece retenido. Este incidente ha intensificado aún más las tensiones en el Estrecho, ya caldeado por las recientes acciones de Pekín tras la toma de posesión del nuevo presidente taiwanés, Lai Ching-te, en mayo. China percibe a Lai como una amenaza debido a sus tendencias secesionistas.

Un representante de los guardacostas chinos afirmó que el pesquero había violado la moratoria de verano impuesta por Pekín en la zona y había empleado técnicas de pesca ilegales que dañan los recursos pesqueros y el entorno ecológico. Sus patrullas abordaron e inspeccionaron el Da Jin Man 88. Cuando los buques taiwaneses intentaron intervenir, la Guardia Costera china les advirtió y los expulsó.

El Gobierno de Taiwán ha confirmado que envió sus propios barcos guardacostas para pedir a China que liberara el pesquero, pero se retiraron tras las advertencias. El incidente ocurrió cerca de la costa de la provincia china de Fujian, cerca de la isla taiwanesa de Kinmen. El pesquero fue llevado al puerto chino de Weitou.

Xie Qingqin, un alto mando de la Guardia Costera de Taiwán, reconoció que el pesquero estaba operando durante la moratoria china y que Pekín ha intensificado los controles este año. El barco ha sido retenido con su tripulación a bordo, compuesta por dos taiwaneses y tres indonesios. Xie añadió que Taipéi planea ponerse en contacto con China para instar a la liberación de estos individuos lo antes posible.

En incidentes similares anteriores, los pesqueros retenidos pudieron regresar a casa después de pagar una multa, según Hsieh Chong-chin, subdirector general de la Guardia Costera de Taiwán. Hsieh ha pedido que se eleve el nivel de alerta y ha asegurado que Taipéi aumentará sus patrullas.

El incidente se produce en un momento de creciente tensión. El Gobierno de Taiwán pidió la semana pasada a sus ciudadanos que no viajen a China a menos que sea absolutamente necesario, después de que Pekín amenazara la semana anterior con imponer incluso la pena de muerte a los «partidarios duros» de la independencia de Taiwán.

China ha aumentado su presión sobre Taiwán, que busca reunificar pacíficamente, pero sin renunciar a la fuerza si es necesario, desde que Lai Ching-te tomó posesión el pasado 20 de mayo. En su discurso inaugural, el nuevo presidente aseguró que la República de China (nombre oficial de Taiwán) y la República Popular China «no están subordinadas la una a la otra». Estas palabras provocaron la ira de Pekín, que respondió con maniobras militares alrededor de la isla. Los ejercicios incluyeron patrullas de la Guardia Costera que simulaban la inspección y el abordaje de buques.

China ha intensificado la vigilancia en estas aguas después de que dos pescadores chinos murieran ahogados en febrero mientras eran perseguidos por la Guardia Costera taiwanesa, que los acusó de estar ilegalmente en la zona. La tensión entre China y Taiwán se ha incrementado en los últimos meses, y este último incidente con el pesquero taiwanés solo añade más combustible al fuego.

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