El diputado del Frente Amplio, Jorge Brito, se encuentra en el centro de la polémica por una indicación que presentó en el contexto de la discusión de la Ley de Pesca. La indicación, que busca resguardar el estado físico y mental de los animales acuáticos, ha sido criticada por ciertos sectores políticos por parecerse a una propuesta de una organización no gubernamental.
La controversia se intensifica debido a que, hace algunas semanas, el diputado Sergio Bobadilla (UDI) fue reprendido por copiar y pegar indicaciones propuestas por empresas pesqueras. Los críticos de Brito también argumentan que su propuesta refleja una «visión ambientalista extrema» que, en teoría, podría perjudicar a la pesca artesanal.
La indicación de Brito establece que «estará estrictamente prohibido generar estrés y dolor innecesario, tratarlos de forma cruel, o prolongar su agonía». Esta medida se aplicaría a peces, crustáceos y moluscos. Sin embargo, el diputado reconoció que la redacción de la indicación es propensa a malinterpretaciones y que se ha intentado usarla para oponerse a la nueva ley de pesca.
Brito aseguró que su indicación no busca eliminar la pesca artesanal, sino todo lo contrario. Como respuesta a las críticas, Brito anunció que «reformulará» la indicación y la volverá a presentar, esta vez enfocada en «fomentar normas en relación al bienestar animal«.
El diputado del Frente Amplio sostuvo que todas las propuestas que han presentado están centradas en el bienestar animal. Reveló que han sesionado en más de 13 regiones del país, recibido más de 200 audiencias y cerca de 50 representantes de la comunidad científica, cuyos planteamientos han acogido parcialmente.
Brito advirtió que los ecosistemas de Chile están amenazados debido a la devastación industrial. Enfatizó que las normas internacionales promueven el bienestar animal y que, en Chile, la ley de acuicultura incorpora este principio desde el año 92 para evitar el sufrimiento innecesario de los animales.
El legislador criticó la pesca de arrastre en Chile, argumentando que no es selectiva y que genera daño en muchas especies, no solo en las que se intenta capturar. Subrayó que los ecosistemas se recuperan después de cinco años donde pasa un buque de arrastre.
Actualmente, dos buques de arrastre de las siete familias capturan el 60% de la merluza común, que se encuentra en una situación crítica debido a la sobreexplotación. Mientras tanto, alrededor de 15.000 artesanos capturan el 40% restante. En la región de Valparaíso, los pescadores artesanales no pueden capturar merluza desde hace dos meses.
Brito concluyó que el estado de las pesquerías es preocupante y que, por esta razón, continuarán impulsando los aportes de la comunidad científica y del mundo de la pesca artesanal en la nueva ley de pesca.