En un devastador incidente ocurrido en la región septentrional de Uttar Pradesh, en la India, un encuentro religioso masivo resultó en una estampida mortal, con al menos 116 víctimas registradas, según informes oficiales. Muchas de las víctimas eran mujeres y niños que se habían unido a miles de otros asistentes en un caluroso día en el área despejada de Hathras, ubicada a unos 200 kilómetros al sureste de la capital, Nueva Delhi.
El desencadenante de la estampida fue el intento de un gran número de devotos de tocar a un líder religioso local que estaba descendiendo de un escenario. El ministro principal de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, proporcionó este detalle perturbador durante su descripción de los eventos del fatídico día.
Las imágenes impactantes de la tragedia, que circulan en las redes sociales, muestran cuerpos apilados en el suelo frente a un hospital local. Al describir la causa del incidente, el administrador del distrito de Hathras, Ashish Kumar, atribuyó la estampida al hacinamiento excesivo que se produjo cuando la multitud intentaba salir del lugar.
Otras condiciones ambientales también pueden haber contribuido al desastre. Según un alto funcionario del estado, el terreno embarrado y resbaladizo, así el intenso calor, pueden haber empujado a la gente hacia una zona donde había agua, lo que también pudo haber causado la estampida.
Las declaraciones de los testigos respaldan la descripción de una salida estrecha y un terreno difícil. Algunos asistentes relataron cómo la multitud comenzó a caer en un desagüe bajo la carretera, y cómo algunos quedaron aplastados en la avalancha humana. Esta reunión religiosa, conocida como satsang, un encuentro hindú destinado a recibir instrucción yóguica, fue organizada por un comité religioso y atrajo a miles de personas.
Las imágenes grabadas por la agencia de noticias ANI mostraban cuerpos apilados en la parte trasera de camiones y depositados en vehículos. Las pertenencias, incluyendo monederos y bolsos cubiertos de polvo, estaban esparcidos por el lugar, con la gente buscando entre ellos para identificar sus propios artículos. Aparecían también teléfonos móviles amontonados, esperando ser reclamados por sus dueños.
El ministro principal de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, ha ordenado una investigación exhaustiva del suceso. Se ha instado a los funcionarios implicados a llevar a cabo operaciones de socorro y rescate y a proporcionar un tratamiento adecuado a los heridos.
La presidenta de la India, Draupadi Murmu, ha descrito la noticia como «desgarradora». Ha expresado su más sentido pésame a quienes han perdido a sus familiares y ha rezado por la pronta recuperación de los heridos.
El primer ministro, Narendra Modi, se dirigió al Parlamento para hablar sobre el incidente. Aseguró que el Gobierno central está participando en las operaciones de rescate y que se prestará toda la ayuda posible a las víctimas. Anunció además una indemnización de 200.000 rupias (2.200 euros) a las familias de los fallecidos y de 50.000 rupias a los heridos.
Este trágico incidente ha atraído la atención a nivel nacional e internacional, con el mundo entero observando y esperando que tal tragedia pueda ser evitada en el futuro. Los esfuerzos de rescate y las investigaciones continúan mientras el país se une en luto por las vidas perdidas en esta estampida.