En un sorprendente giro de eventos, se ha anunciado que el gobierno de la revolución bolivariana de Venezuela y los Estados Unidos se sentarán a negociar de manera directa y pública, un movimiento que ha causado un gran impacto en la carrera hacia las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio. Este acontecimiento marcó un comienzo inesperado para el mes, un periodo que se considera crucial para la historia moderna de Venezuela.
Según el presidente venezolano, Nicolás Maduro, la propuesta de reanudación de las relaciones y el diálogo ha venido directamente del gobierno de Estados Unidos. Maduro declaró que después de considerar la propuesta durante dos meses, ha decidido aceptarla. Las negociaciones se reanudarán con el objetivo de que los Estados Unidos cumplan con los acuerdos firmados previamente en Qatar y para restablecer los términos del diálogo con respeto.
El equipo de la líder de la oposición, Maria Corina Machado, y la comisión negociadora de Barbados fueron sorprendidos por este anuncio. Aparentemente, desconocían que estas conversaciones estaban en marcha, a pesar de que tanto Washington como Caracas han mantenido conversaciones secretas. Estas conversaciones, junto con la presión ejercida por los presidentes de Brasil y Colombia, han mantenido al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, en la carrera electoral.
Este anuncio ha sido tan sorprendente que algunos líderes opositores pensaron inicialmente que era una nueva falsedad informativa de Maduro. Sin embargo, el anuncio del viaje de Jorge Rodríguez, hombre de confianza de Maduro, y del gobernador Héctor Rodríguez, a las conversaciones, les tranquilizó.
El consultor político Luis Peche Arteaga comentó que este es un escenario muy complicado. La situación podría derivar en conversaciones para decidir los términos de una transición política, lo cual sería el escenario optimista. Pero también podría resultar en la comunicación de que han decidido no abandonar el poder, en cuyo caso se hablaría de otros temas, como la migración, el petróleo y la normalización de relaciones.
Una fuente cercana a Machado, que pidió no ser identificada, indicó que a Estados Unidos le preocupa la falta de garantías para las elecciones del 28 de julio. Sin embargo, ambas administraciones tienen intereses directos en la reanudación de los contactos directos: Estados Unidos desea recuperar los vuelos directos de deportación de emigrantes a Venezuela, mientras que el régimen venezolano necesita fondos para la campaña electoral.
El tema de la inmigración también ha cobrado relevancia en las últimas horas. El nuevo presidente de Panamá, José Raul Mulino, y Washington han comenzado a trabajar en la repatriación de inmigrantes sin papeles que cruzan la selva del Darién en busca del sueño americano. En los primeros meses del año, más de 185.000 migrantes han cruzado esta peligrosa selva, la mayoría de los cuales son venezolanos (122.616), seguidos de ecuatorianos (12.839) y colombianos (12.059).
Además, la cuestión migratoria es un tema clave en otro importante proceso electoral del año, las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La candidatura republicana ha estado utilizando este tema constantemente en su campaña contra Joe Biden.
El chavismo ha incumplido en repetidas ocasiones los acuerdos alcanzados en Barbados. El Consejo Nacional Electoral (CNE) chavista ha estado utilizando tácticas electorales para reducir la ventaja que González Urrutia tiene sobre Maduro de cara a las elecciones del 28 de julio. Las últimas artimañas incluyen limitaciones arbitrarias a los testigos electorales y la imposición de centros electorales con solo una o dos mesas, donde el control social de la revolución es más asfixiante.
La inhabilitación de la líder opositora, María Corina Machado, es una muestra clara del incumplimiento de los acuerdos de Barbados por parte del chavismo. Sin embargo, no es el único incumplimiento. El chavismo ha impedido el voto en el exterior, que podría haber sumado alrededor de cinco millones de votos, y ha limitado la calidad de la observación internacional al excluir a la misión de la Unión Europea, la de mayor prestigio.
Nicmer Evans, fundador del Movimiento por la Democracia y la Inclusión, concluye que es una buena noticia que sea el mismo Maduro quien pida la renegociación. La duda es saber si Maduro se burlará nuevamente de este tipo de negociaciones.
En la última encuesta de la prestigiosa Delphos, González Urrutia concentra el 52% de los apoyos frente al 25% de Maduro. Sin embargo, tanto Maduro como sus asesores, incluyendo al español Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, son conscientes de que solo la fuerza les permitirá mantenerse en el poder. La conexión inédita alcanzada por María Corina Machado y la Venezuela profunda ha cambiado el juego de cara a las elecciones presidenciales del 28 de julio.