El Larry Amaury Álvarez, también conocido como «Larry Changa», uno de los fundadores y líderes de la banda criminal venezolana Tren de Aragua, ha sido detenido en Colombia, según ha anunciado el gobierno colombiano. Álvarez es un fugitivo internacional, buscado por Venezuela y Chile y con una orden de captura emitida en 196 países por la Interpol.
La captura de Álvarez fue confirmada por el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien en un mensaje publicado en la red social X, mencionó: «Buscado por Venezuela y Chile con orden de captura en 196 países por la Interpol (…) cayó Larry Changa, capturado por la Policía Nacional».
El arresto de «uno de los tres fundadores del Tren de Aragua», se llevó a cabo en el municipio de Circasia, en el departamento de Quindío, en el centro-oeste de Colombia. De acuerdo con el Ministerio de Defensa colombiano, Álvarez habría llegado a Colombia en el año 2022, obteniendo documentos falsos y se encargaba de la estrategia criminal para la expansión territorial del Tren de Aragua en ese país.
El Ministerio de Defensa de Colombia ha informado que tanto en Venezuela como en Chile, Álvarez era buscado por cargos de terrorismo, tráfico de armas y municiones, extorsión agravada y secuestro, entre otros.
La organización criminal Tren de Aragua fue formada en 2014 en una cárcel del estado venezolano de Aragua y se ha extendido a ocho países sudamericanos, incluyendo Colombia, Perú y Chile, según los informes de inteligencia. La banda está acusada de una serie de delitos que incluyen trata de personas, asesinatos, secuestros, robos, tráfico de drogas y extorsión.
La Interpol continúa tras la pista de Héctor Guerrero, conocido con el alias de «Niño Guerrero», quien sería otro de los fundadores de la banda. En una operación realizada la semana anterior, las autoridades colombianas detuvieron a otro líder de la banda conocido como Salomón en el municipio de Aguazul, en el centro-este de Colombia.
El Tren de Aragua es un ejemplo de cómo las bandas criminales pueden extender su influencia más allá de las fronteras nacionales. Con su origen en una cárcel venezolana, la organización ha logrado expandirse a través de varios países sudamericanos. La captura de Álvarez es un golpe significativo para la banda, pero queda por ver cómo afectará esto a las operaciones de la organización a largo plazo.
La banda ha demostrado ser una amenaza en toda la región, con acusaciones de una amplia gama de delitos graves, y continúa siendo el objetivo de las fuerzas de seguridad en varios países. La captura de Álvarez representa un logro significativo en los esfuerzos por desmantelar esta organización criminal, pero también destaca la necesidad de una cooperación continua y coordinada entre los países para luchar contra las bandas criminales transnacionales.
La detención de Álvarez pone de relieve la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado. La información compartida a través de canales como Interpol permite a las fuerzas del orden de diferentes países colaborar en la detención de criminales que operan en múltiples jurisdicciones. Sin embargo, aunque esta captura es un paso positivo, la lucha contra organizaciones como el Tren de Aragua está lejos de haber terminado.