El Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, ha pedido a sus colegas europeos que persigan el objetivo de una Unión Europea fuerte y cohesiva, capaz de manejar el terremoto político que supone la victoria reciente de la ultraderecha en la primera vuelta de las elecciones francesas. Esta petición se realizó en el marco de las consultas germano-polacas que dirige junto con el canciller Olaf Scholz en Varsovia, las primeras desde 2015.
En su discurso, Tusk advirtió a sus colegas sobre los momentos críticos que se avecinan, sugiriendo que Europa podría no ser la misma dentro de dos años. Por ello, enfatizó «la necesidad de hacernos más fuertes y más cohesionados a nivel interno. Necesitamos una UE que actúe como un factor protector, una UE que no tiemble ni hacia adentro ni hacia afuera si en uno de sus miembros se desata un terremoto político».
Scholz, por su parte, destacó el conocido como Triángulo de Weimar, que une al eje París-Berlín-Varsovia, como un foro que «independientemente de quién gobierne Francia» seguirá aportando estabilidad a Europa. Este triángulo, según Scholz, será la base para la cooperación entre los tres países, independientemente del resultado de la segunda ronda de las elecciones parlamentarias en Francia.
Ambos líderes consideran esencial el fortalecimiento de la seguridad para mejorar el papel de la UE tanto a nivel interno como externo. Este fortalecimiento pasa por el control de la migración ilegal a través de la porosa frontera oriental y la cooperación militar. Scholz afirmó que «la seguridad de Polonia es también la seguridad de Alemania» y se mostró favorable a lo que denominó una «ampliación selectiva en el ámbito de la seguridad y la defensa».
Scholz y Tusk también hablaron de reforzar la interoperabilidad y la normalización de las capacidades de defensa, de aumentar las capacidades de producción y de promover e impulsar la inversión en la industria de defensa. Asimismo, prevén desarrollar iniciativas conjuntas en los ámbitos del blindaje y la munición, y de aumentar la disponibilidad de piezas de repuesto para los carros de combate Leopard, suministrados tanto por Alemania como por Polonia a Ucrania.
Además, Polonia y Alemania quieren combinar sus esfuerzos para crear un pilar europeo más fuerte y capaz en la OTAN, que contribuya significativamente al potencial disuasorio de la alianza. Polonia también está considerando participar en la iniciativa European Sky Shield para la defensa aérea europea coordinada por Alemania.
En el ámbito bilateral, Scholz anunció ayudas a las víctimas supervivientes de la ocupación alemana de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial como parte de un plan de acción para mejorar las relaciones germano-polacas, muy dañadas durante los gobiernos ultranacionalistas del partido Ley y Justicia (PiS). «Alemania reconoce la gravedad de su culpa, la responsabilidad por los millones de víctimas de la ocupación alemana y el deber que de ello se deriva», afirmó el canciller en una rueda de prensa conjunta con Tusk.
Las reparaciones a las víctimas de la ocupación alemana han sido un escollo en las relaciones germano-polacas durante los gobiernos ultraconservadores del PiS. El partido de Jaroslaw Kaczynski, que dirigió Polonia de 2015 a 2023, tensó las relaciones con Berlín con una retórica antialemana y exigencias de reparaciones por un total de 1.300 millones de euros.
El nuevo primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, aceptó en febrero la tesis del Gobierno alemán de que el tema de las reparaciones estaba jurídicamente zanjado y en la reanudación de las consultas bilaterales lo ha vuelto a decir: «No hay cantidad de dinero que compense todo lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial». No obstante, existe una necesidad moral y también necesidad material de actuar.
No está claro cómo se hará, excepto que las ayudas se canalizarán a través de una fundación y no serán en forma de pagos directos. La ayuda prevista ahora solo será una fracción de los 1.300 millones que pedía el PiS. Ahora se habla solo tres millones de euros para las cerca de 40.000 víctimas de la ocupación alemana que aún viven. «La situación de las víctimas ancianas es algo que nos conmueve mucho, y también tomaremos medidas en este ámbito», subrayó Scholz, que viajó a Varsovia acompañado por 10 ministros para retomar las consultas bilaterales con la Polonia de Tusk.