El Ministro de Justicia y Derechos Humanos de Chile, Luis Cordero, ha anunciado recientemente que no tiene planes de destinar el penal de Punta Peuco para mujeres embarazadas o con niños pequeños. La decisión fue tomada en respuesta a un oficio de la Cámara de Diputados, que previamente había solicitado a La Moneda el cierre del penal y que los criminales de lesa humanidad que están detenidos allí fueran trasladados a cárceles comunes.
La controversia en torno a Punta Peuco ha sido objeto de un intenso debate público en Chile. Los parlamentarios habían solicitado una modificación del penal para recibir a otro tipo de presos, argumentando que la instalación debería ser utilizada para ayudar a aliviar la sobrepoblación carcelaria general. Sin embargo, Cordero ha rechazado estos pedidos, argumentando que la sobrepoblación carcelaria en todo el país hace que el cierre de establecimientos o el traslado masivo de personas privadas de libertad entre distintos recintos penales no sean medidas convenientes.
Hablando a la estación de radio Biobío, el Ministro de Justicia argumentó que las condiciones actuales de la prisión y su ubicación geográfica la hacen inadecuada para la custodia de mujeres embarazadas y/o que permanezcan al cuidado de sus hijos lactantes. Según Cordero, la ubicación de Punta Peuco, junto con su proximidad a un centro del Sename y otro terreno que la Gendarmería ha buscado desarrollar, plantea problemas significativos.
El ministro también señaló que una de las principales dificultades que enfrenta Punta Peuco es el acceso a agua. Estas condiciones hacen que la prisión sea un lugar no apto para madres y mujeres embarazadas, argumentó Cordero. La falta de agua y las condiciones geográficas de la zona plantean desafíos importantes para las reclusas y sus hijos.
El futuro de Punta Peuco ha sido objeto de discusión en el país durante mucho tiempo. La prisión se ha convertido en un símbolo de la lucha de Chile por lidiar con los legados de su pasado dictatorial. Muchos de los prisioneros de Punta Peuco son ex militares condenados por violaciones a los derechos humanos durante el régimen de Pinochet.
La decisión de Cordero de no cerrar Punta Peuco ni destinarlo para mujeres embarazadas o con niños pequeños refleja las complejidades y desafíos que enfrenta el sistema penitenciario de Chile. La sobrepoblación carcelaria es un problema crónico en el país, y la necesidad de encontrar espacio para los reclusos es una preocupación constante.
En resumen, la decisión de Cordero de mantener Punta Peuco abierto y no destinarlo para mujeres embarazadas o con niños pequeños es un claro reflejo de las dificultades que enfrenta el sistema penitenciario de Chile. El país sigue lidiando con los desafíos de la sobrepoblación carcelaria, mientras intenta abordar los legados de su pasado dictatorial y proteger los derechos de los reclusos.