El baloncesto español y mundial se despide de un grande: el jugador valenciano Víctor Claver ha decidido colgar sus zapatillas a los 36 años tras una exitosa carrera profesional de casi dos décadas. La noticia, anunciada este lunes, ha conmocionado a la comunidad baloncestística, puesto que se cierra así un ciclo en el que Claver ha brillado no solo en su club de origen, el Valencia Basket, sino también en la NBA y en el Barcelona.
Claver, que también ha sido una pieza fundamental en la etapa dorada de la selección española de baloncesto, ha compartido sus emociones y agradecimientos a través de una publicación en las redes sociales. Expresa que se siente «agradecido» por todo lo vivido en sus 18 años de carrera y por todas las personas que le han apoyado. «He cumplido sueños que ni imaginaba cuando era niño», confiesa.
El inicio de su carrera se remonta al colegio Maristas de Valencia, donde comenzó su formación. Posteriormente, completó su desarrollo en el Valencia Basket, y en el verano de 2006 fue ascendido a la primera plantilla del club ‘taronja’. A partir de allí, su carrera profesional despegó, llevándolo a jugar en clubes europeos de renombre como el Barcelona, el Khimki y el Lokomotiv Kuban.
En 2009, Claver fue elegido en el puesto 22 de la primera ronda del draft de la NBA por los Portland Trail Blazers. Esta oportunidad le permitió dar el salto a la liga estadounidense en 2012, convirtiéndose en el duodécimo jugador español en disputar esta prestigiosa competición. Durante su paso por la NBA, acumuló un total de 82 partidos.
Un año crucial en la carrera de Claver fue 2009, cuando debutó con la selección absoluta en el Eurobasket de Polonia. Allí ganó la primera de sus siete medallas, un impresionante palmarés que alcanzó su punto culminante en el Mundial de 2019. A pesar de su papel secundario habitual en un equipo lleno de estrellas, el valenciano tuvo una actuación destacada en este torneo, contribuyendo a que España se alzara con el oro.
La retirada de Claver marca el fin de una era para el baloncesto español. A lo largo de sus 18 años de carrera profesional, ha demostrado ser un jugador versátil y comprometido, capaz de adaptarse a diferentes equipos y competiciones. Su legado no solo se mide en títulos y medallas, sino también en el respeto y la admiración que ha ganado de compañeros de equipo, entrenadores y aficionados.
A pesar de su retiro, el impacto de Claver en el baloncesto perdurará. Deja tras de sí un camino de logros y experiencias que sirven de inspiración para las futuras generaciones de baloncestistas. Con su adiós, se cierra un capítulo brillante y emocionante del baloncesto español, pero su huella es imborrable. El baloncesto dice adiós a un grande, pero su historia seguirá viva en la memoria de todos los que aman este deporte.