El controvertido líder húngaro, Viktor Orban, conocido por su actitud desafiante hacia la Unión Europea, ha lanzado un nuevo grupo de extrema derecha en el Parlamento Europeo, denominado ‘Patriotas por Europa‘. Este grupo está compuesto por eurodiputados del partido Fidesz de Orban, del Partido de la Libertad (FP) austriaco y de la Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO) de la República Checa, sumando un total de 24 eurodiputados, justo por encima del umbral mínimo requerido para formar un grupo en el Parlamento Europeo. Sin embargo, este grupo necesita atraer a delegaciones de al menos otros cuatro Estados miembros para consolidarse.
El principal objetivo de estos ‘Patriotas por Europa’ es «la paz, el orden y el desarrollo», una declaración de intenciones que parece ir en contra del apoyo a Ucrania, la inmigración y el control ejercido por Bruselas. El anuncio de la formación de este nuevo grupo político se produjo en Viena, con Orban acompañado por los líderes checo Andrej Babis y austriaco Herbert Kickl.
En su ‘manifiesto patriótico‘, estos líderes enfatizan la necesidad de proteger los valores de la familia tradicional, hacer frente a las «amenazas terroristas y la inmigración descontrolada» y derrocar la política verde y el pacto migratorio promovidos por Bruselas. Se presentan como defensores de una UE compuesta por pueblos soberanos, y su estrategia es transformar la UE desde dentro.
Orban, en su discurso, advirtió que «estamos al final de la era política que comenzó con la caída del Muro de Berlín en 1989» y auguró que su nueva coalición será clave en la configuración de este nuevo panorama. Orban criticó a la «élite de Bruselas» por proporcionar «guerra, inmigración y parálisis» en lugar de «paz, orden y desarrollo», y se propuso convertir a su grupo en el grupo de derecha más fuerte de la política europea.
Por lo tanto, se espera que este grupo de extrema derecha juegue un papel importante en la futura política europea, especialmente teniendo en cuenta que partidos como el Fidesz, ANO y FP fueron los más votados en Hungría, República Checa y Austria en las últimas elecciones europeas.
El contexto político actual también favorece a estos partidos de extrema derecha. Marine Le Pen está preparándose para ganar las actuales elecciones legislativas en Francia, y las encuestas predicen que la extrema derecha austriaca ganará las elecciones nacionales de otoño. Estos eventos, junto con la reciente designación de los cargos de poder en la UE para los próximos cinco años -una decisión que excluyó a Giorgia Meloni y a Orban- han alimentado el sentimiento de traición entre los votantes de derecha.
En este escenario, la extrema derecha se está reorganizando, aunque su objetivo de crear un grupo único que podría llegar a ser el segundo en la Eurocámara parece estar lejos de cumplirse, dado que la realidad revela una división cada vez mayor. Los conservadores de Meloni intentaron sin éxito formar su propio grupo europeo debido a divisiones internas, y el partido de Le Pen, Identidad y Democracia (ID), también está en crisis tras la expulsión de Alternativa por Alemania (AfD) y la pérdida del FP austriaco.