Si eres un apasionado del cine y los autos, es muy probable que hayas oído hablar de The Cannonball Run, una icónica película de 1981 que retrata una carrera ilegal de idéntico nombre. Esta carrera fue creada en la década de 1970 por el periodista de motor estadounidense Brock Yates, y su premisa es tan sencilla como emocionante: el equipo que tarde menos tiempo en cruzar Estados Unidos de costa a costa (desde Nueva York hasta Los Ángeles) es el ganador. Este año, la película cumple 45 años y Lamborghini ha querido rendir homenaje a uno de sus protagonistas.
Pero en The Cannonball Run, los protagonistas no son solo los actores, sino también sus máquinas. Aunque la película contó con la participación de actores de la talla de Roger Moore, Farrah Fawcett, Burt Reynolds y Jackie Chan, fueron los coches personalizados los que realmente capturaron la atención de los millones de espectadores. Uno de los coches más destacados fue el Lamborghini Countach LP 400 S de 1979.
Este vehículo, conducido por las actrices Adrienne Barbeau y Tara Buckman, se alzó con la victoria en la película. Recientemente, ambas actrices tuvieron la oportunidad de reunirse con el automóvil por primera vez desde el estreno de la película. El Countach en cuestión estaba pintado en un llamativo color negro (Nero), con un interior de cuero color mostaza. El coche fue vendido inicialmente por el concesionario de Lamborghini en Roma, pero fue rápidamente exportado a Estados Unidos vía Miami.
El director de la película, Hal Needham, conocía al comprador del coche, y le pidió que el coche fuera uno de los protagonistas del film. Para añadir dramatismo al coche de Marcie Thatcher y Jill Rivers, el equipo de producción le instaló dos faros frontales adicionales, un spoiler de grandes dimensiones y nada menos que doce tubos de escape en su parte trasera. Estos detalles son un guiño al motor V12 de 4,0 litros y 355 CV de potencia del superdeportivo italiano.
El coche apenas tiene 50.000 km y se conserva en perfecto estado de funcionamiento. El coche recibió antenas adicionales para sus equipos de radio y un segundo set de relojes para el acompañante. Estos relojes eran atrezzo y no eran funcionales. Fueron eliminados por el dueño del coche tras la película, pero el resto de elementos permanecieron en su lugar. El coche fue retenido por su dueño hasta el año 2009, cuando tras 18 meses de negociaciones, fue adquirido por Jeff Ippoliti, su actual propietario.
La importancia histórica del coche fue reconocida por la Library of Congress de Estados Unidos, que incluyó al coche en sus archivos en 2021, como «elemento relevante en la historia estadounidense». El estatus del coche es icónico, y en una época en la que Lamborghini apenas producía 50 coches al año, supuso un enorme espaldarazo comercial para la marca. A día de hoy, la Cannonball Run se sigue celebrando de forma clandestina e ilegal, estando el actual récord de tiempo en poco más de 24 horas.
En conclusión, la relación entre el cine y los autos ha dado lugar a numerosas joyas de la industria automotriz, pero pocas son tan emblemáticas como el Lamborghini Countach LP 400 S que protagonizó The Cannonball Run. Este coche no solo cautivó a los espectadores con su diseño y rendimiento, sino que también se convirtió en un hito cultural y un símbolo de la historia del automovilismo. A 45 años de la película, el legado del Countach continúa vivo y su historia sigue siendo contada y celebrada por entusiastas de todo el mundo.