La victoria en las 24 Horas de Le Mans es una hazaña que no se logra fácilmente. Esta carrera, que es famosa por su dureza y su duración, requiere de un vehículo con un motor excepcional. Un vehículo tan potente y resistente que pueda soportar las exigencias de la pista durante 24 horas seguidas. Y sin embargo, es posible que tengas en tu garaje un coche con un motor tan formidable como el que propulsa a los campeones de Le Mans. Un motor creado por uno de los mejores fabricantes de motores del mundo.
Nos referimos al Ferrari 296 GTB y 499P, dos vehículos que comparten un corazón en común: el V6 híbrido a 120 grados. Esta configuración del motor también se encuentra en el 499P Modificata, una variante del Hypercar destinada a los clientes más especiales de Ferrari Corsa Clienti. Este motor 2.9 turboalimentado V6 híbrido genera 663 CV en su versión de calle, que se elevan hasta los 830 CV gracias al impulso híbrido.
En el caso del 499P, la potencia declarada es de unos 680 CV. Sin embargo, esta cifra puede variar en función de los ajustes en el Balance of Performance del Mundial de Resistencia, que controla la potencia, el peso y la energía del sistema híbrido para todos los LMH y LMDh para tratar de igualar el nivel de todos los equipos. Por normativa, en el caso de los Hypercar LMH como es el caso del Ferrari, el sistema híbrido no se activa hasta pasar los 190 kilómetros por hora, siendo de gran utilidad para las largas rectas en Le Mans.
El motor V6 híbrido se ubica en posición central en ambos casos, pero de manera diferente. En el 296 se conecta al bastidor auxiliar mientras que en el 499P va sobre el bastidor que hace de chasis sobre el que se asienta tanto la suspensión como la caja de cambios (Tork). También varía en el hecho de que el 296 envía la potencia del motor eléctrico al eje trasero mientras que en el 499P ganador de Le Mans se conecta al eje delantero.
Este motor también lo podemos encontrar en el 296 Challenge de la Ferrari World Challenge. Del V6 de calle también se basa el motor V6 que utiliza el 296 GT3 que compite en WEC o IMSA, además de haber ganado las 24 Horas de Nürburgring en 2023.
Es importante destacar que existe una confusión común en cuanto al Alfa Romeo Giulia y su motor V6 2.9 Ferrari en su versión Quadrifoglio Verde. Si bien su V6 fue diseñado por Ferrari, no fue fabricado por ellos. En lugar de eso, es un diseño de motor a 90º en lugar de los 120º del 296 GTB.
De este motor 2.9 V6 turbo vendría después el motor 3.0 Nettuno que monta Maserati en su hipercoche actual, el MC20. En ambos casos se trata de motores con grandes prestaciones, pero no son al cien por cien motores Ferrari, sólo en su diseño. Ni tampoco se debería decir que el Nettuno sea 100% Maserati.
En resumen, la tecnología y la ingeniería automotriz han llegado a tal punto que los motores de los vehículos de producción en serie pueden equipararse a los de los vehículos de carrera. Y no solo eso, sino que estos motores también pueden ser adaptados para cumplir con las exigencias de las competiciones más duras, como las 24 Horas de Le Mans. Esto demuestra la versatilidad y la capacidad de estos motores, así como el talento y la destreza de los ingenieros que los diseñan y los fabrican. En este sentido, Ferrari es un claro ejemplo de ello, siendo uno de los mejores fabricantes de motores en el mundo.