El escenario político chileno se ha visto sacudido por las intensas negociaciones entre los distintos partidos de la coalición Chile Vamos. Con las elecciones de octubre en el horizonte, la tensión ha alcanzado su punto más alto entre los dos partidos más poderosos de la alianza, Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI).
En el centro de la disputa se encuentra la Quinta Región, una de las áreas más estratégicas y disputadas en las elecciones. Este territorio se ha convertido en uno de los escollos más desafiantes de las negociaciones, amenazando con desestabilizar todo el acuerdo.
El ex diputado Luis Pardo, uno de los precandidatos a gobernador por Valparaíso, se mostró molesto ante la posibilidad de ceder esta región, considerada un baluarte de RN, a la UDI. Sin embargo, las negociaciones llegaron a un punto muerto, con la UDI exigiendo reciprocidad tras ceder la Gobernación de la Región Metropolitana.
El presidente de RN, Rodrigo Galilea, consciente de la necesidad de equilibrar la negociación, finalmente cedió la Quinta Región a la UDI, una decisión que desató una ola de reacciones dentro de su partido.
Mientras tanto, la coalición Chile Vamos ha acordado una lista de 284 candidatos para las 345 comunas del país, dejando en suspenso 61 para las próximas negociaciones con los partidos Republicanos, Amarillos y Demócratas. De este total, 24 se resolverán por encuestas, así como 10 de las 16 postulaciones a gobernadores, dejando seis para ser decididas por sondeos.
El estancamiento en las negociaciones también ha generado malestar en la oposición. Los Republicanos han intensificado la presión para alcanzar un acuerdo, amenazando con comenzar a proclamar candidatos. Por su parte, Demócratas y Amarillos también han expresado su insatisfacción.
La situación ha llevado a RN a buscar refuerzos para las negociaciones. Rodrigo Ubilla, exsubsecretario y experto en geografía electoral, fue convocado para unirse a la mesa de negociaciones. Ubilla ha jugado un papel importante en el avance de las negociaciones, instaurando un método de trabajo y buscando ser un mediador entre los diferentes partidos.
A pesar de los avances, las tensiones persisten y se espera que las negociaciones con Republicanos, Demócratas y Amarillos, que deberían comenzar esta semana, sean aún más complejas. La coalición Chile Vamos se enfrenta a un reloj en contrarreloj y a un escenario lleno de recriminaciones mutuas.
Esta fase de las negociaciones ha terminado, pero el proceso de comunicar la decisión a los candidatos que quedaron en el camino ha iniciado, marcando el comienzo de una nueva y quizás más desafiante etapa en las negociaciones de la coalición Chile Vamos.