El fabricante de hiperdeportivos francés Bugatti, conocido por su modelo Bugatti Chiron, se ha vuelto a unir con la firma de alta relojería suiza Jacob & Co., para crear un reloj de pulsera muy especial: el Bugatti Tourbillon. Este no es el primer proyecto conjunto entre las dos compañías, pero sí el más reciente y posiblemente el más impresionante.
El Bugatti Tourbillon es un objeto de deseo con un precio a la altura del hiperdeportivo al que rinde homenaje. El coste del reloj es de nada menos que 340.000 dólares, lo que se traduce en unos 320.000 euros al tipo de cambio actual. Esta joya está compuesta por 557 componentes individuales, un testimonio de la habilidad técnica y la precisión que han hecho famosos a ambos fabricantes.
Desde el principio, el hiperdeportivo de Bugatti ha rendido homenaje al mundo de la relojería. El nombre de este modelo, Tourbillon, no solo significa «remolino» en francés, sino que es la designación habitual de un tipo de reloj automático, normalmente de lujo. El término tourbillon hace referencia a un mecanismo interno de precisión que suele ser exhibido en los relojes a través de ventanas transparentes en su esfera o carcasa. La instrumentación analógica del Bugatti Tourbillon es un claro homenaje a este aspecto de la alta relojería.
El Bugatti Tourbillon mide 52 x 44 mm, lo que lo convierte en un reloj muy grande y grueso. No es un reloj para los tímidos, sino para aquellos que quieren hacer una declaración audaz con su elección de accesorios.
Jacob & Co., cuyas colaboraciones con Bugatti se remontan ya a varios años, era el socio natural para crear un reloj de lujo que rindiera homenaje al hiperdeportivo. El reloj en cuestión es enorme y extremadamente llamativo. No muchos multimillonarios se atreverían a llevarlo por la calle alegremente. Sin embargo, es un fascinante elemento mecánico creado con altísima precisión y una gran cantidad de habilidad en alta relojería.
Lo que realmente destaca del Bugatti Tourbillon es su representación física del motor V16, con 16 pistones en miniatura que replican durante 20 segundos el movimiento real del motor V16 del hiperdeportivo. El bloque motor es de zafiro, y sus pistones, de titanio, al igual que la carcasa del reloj. No hay electrónica en este reloj, solo dos elementos mecánicos de reserva de potencia. Su calibre Jacob & Co. JCAM55 tiene 48 horas de reserva y acciona las agujas de dos esferas, una para la hora, y otra para el nivel de reserva.
Las esferas del Bugatti Tourbillon son un claro guiño a las del Bugatti, y el clásico azul de la marca está muy presente en todos los elementos de diseño. La carcasa del reloj es de titanio en color negro y en ella se puede apreciar la forma frontal del coche. En la parte trasera del reloj, se pueden vislumbrar parte de los mecanismos internos del reloj, así como el «cigüeñal» del motor V16. Solo se producirán 150 unidades de este reloj, menos que los 250 Bugatti Tourbillon de cuatro ruedas. En un futuro, podría haber alguna edición especial adicional del reloj.