Después de las recientes carreras en Canadá y España, en Ferrari albergaban la esperanza de que este Gran Premio de Austria marcara un cambio de rumbo para sus monoplazas rojos. Sin embargo, en Aston Martin, los sentimientos eran menos optimistas. Desde Imola, la sensación con el AMR24 no ha mejorado, y lo que se vio en la clasificación del sábado presagiaba otro domingo de sufrimiento para los pilotos españoles Carlos Sainz y Fernando Alonso.
Carlos Sainz, a pesar de las dificultades, ha logrado ser lo más competitivo posible con las herramientas que tiene a su disposición. En la carrera de clasificación del sábado, logró situarse entre los dos Mercedes y superar tanto en la carrera al sprint como en la clasificación a su compañero de equipo en Ferrari, Charles Leclerc. Este domingo, Sainz partirá cuarto en la parrilla, aprovechando la eliminación del tiempo de Oscar Piastri. Sin embargo, el piloto de Maranello es plenamente consciente de sus limitaciones, especialmente el problema de rebote que han estado experimentando en curvas rápidas.
Sainz ha estado haciendo todo lo posible para mejorar el desempeño del SF-24, pero hasta ahora, se ha encontrado con la dura realidad de que hay poco que puedan hacer para remediar estos problemas de rebote. A pesar de estos desafíos, Sainz sigue sumando puntos, mientras que Leclerc también ha estado luchando con el Ferrari.
A su vez, el bicampeón mundial Fernando Alonso ha sido muy abierto sobre las dificultades que ha enfrentado con el coche de Aston Martin. Después de una decepcionante carrera al sprint, la clasificación para la carrera principal no fue mucho mejor. Los cambios de set-up que se realizaron no proporcionaron la mejora esperada, y Alonso no logró acercarse lo suficiente para entrar en la Q3.
Alonso ha sido muy claro sobre las dificultades que han estado enfrentando y la necesidad de mejorar el coche. Ha enfatizado que el problema no es simplemente un asunto de set-up, sino un problema intrínseco del coche que necesita ser solucionado.
Con un motor al borde de su límite de kilometraje, es posible que Alonso decida penalizar y salir desde el Pit-Lane en la próxima carrera. Las mejoras de las que habló hace una semana aún no se han materializado, y el AMR24 ha ido perdiendo efectividad con el paso de las carreras.
Alonso ha enfatizado que el equipo está trabajando duro para mejorar la situación, incluso hasta el punto de que los mecánicos no han tenido tiempo para comer. Sin embargo, hasta que no estén luchando por posiciones delanteras, no habrá descanso.
Mientras tanto, en Ferrari, la esperanza es que el Gran Premio de Austria pueda marcar un punto de inflexión. A pesar de los desafíos, Sainz ha demostrado ser un competidor formidable, y con suerte, las futuras carreras podrán ofrecer una oportunidad para que Ferrari se recupere y alcance su máximo potencial.
En resumen, tanto Ferrari como Aston Martin tienen trabajo por delante para mejorar el rendimiento de sus coches. Sin embargo, con pilotos como Sainz y Alonso al volante, la esperanza es que puedan superar estos obstáculos y encontrar el éxito en las próximas carreras.