El diputado Diego Ibáñez, presidente de Convergencia Social, anunció por correo electrónico la convocatoria para la última sesión del comité central del partido, antes de su unificación con el Frente Amplio. La sesión, que también conmemorará la historia del partido, se llevará a cabo en la Universidad de Santiago. Durante este encuentro, Ibáñez leerá la resolución del Servicio Electoral (Servel) en la que se inscribe al Frente Amplio y se disuelve Convergencia Social, un paso necesario para concretar la fusión con Revolución Democrática.
Más allá de los eventos conmemorativos, existe una lucha silenciosa por quiénes ocuparán los puestos de la nueva directiva del Frente Amplio, que se convertirá en el partido con más militantes en Chile. Entre los participantes en esta lucha por el control se encuentran miembros de Revolución Democrática, Comunes, Plataforma Socialista y Unir. Constanza Martínez, actual delegada presidencial metropolitana de Convergencia Social, ha ganado terreno en las negociaciones, aunque aún no ha oficializado su decisión. Sin embargo, ya ha conversado con autoridades gubernamentales, como la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (CS), y la subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales (CS), para encabezar la lista oficialista.
La candidatura de Martínez cuenta con el respaldo del presidente Gabriel Boric y abarca a gran parte de los lotes internos -Desbordar lo posible, De Cordillera a Mar, Terceristas y Pantalones Largos-, por lo que se ha hecho un llamado a la unidad. Sin embargo, en los últimos días, la idea de una lista de consenso se ha desordenado y la disputa por la presidencia ha cobrado fuerza. Un sector disidente encabezado por la diputada Maite Orsini (RD) ha surgido, impulsando la candidatura del diputado Andrés Giordano (RD) para competir por la presidencia del Frente Amplio. Los disidentes han buscado el apoyo de parlamentarios como Claudia Mix (Comunes) y Patricio Rosas (Unir), entre otros, para contrarrestar la lista de Martínez.
En una entrevista con TVN, Orsini expresó su creencia en la importancia de un debate de ideas en la primera elección y la necesidad de ofrecer una alternativa a la militancia. Además, cuestionó si la lista liderada por Martínez representa realmente todas las perspectivas presentes en el Frente Amplio y sugirió que Giordano sería un mejor candidato para la presidencia. Según Orsini, como Martínez es actualmente delegada presidencial, su perfil está muy cercano al gobierno, y es necesario distinguir entre el Ejecutivo y el nuevo proyecto político del partido.
El grupo de disidentes se formó por un sector que se opuso a la fusión del Frente Amplio y nació de Revolución Democrática. Parte de este grupo proviene de un bloque llamado “Despierta”, que incluía a la diputada Catalina Pérez, cuya militancia está suspendida tras el escándalo de Democracia Viva. La situación de Pérez es un punto de tensión entre los dos bloques que se han formado, ya que su sanción termina el próximo miércoles 3 de julio, y la militancia deberá discutir qué hacer.
Además de la presidencia del partido, también ha habido discusiones sobre quién ocupará la secretaría general, el segundo cargo más importante de la directiva. Revolución Democrática quiere el puesto, pero sectores de Convergencia Social quieren que pertenezca a un lote llamado De Cordillera a Mar. Para este puesto, buscan posicionar a Simón Ramírez, actual jefe de gabinete de la Subsecretaría de Servicios Sociales.
Ambos sectores están prestando atención no solo a la conformación de la directiva, sino también a las demás elecciones que se realizarán apenas se forme la mesa transitoria, como la del comité central, espacio de toma de decisiones del partido. Se espera la confirmación del Servel este lunes para hacer efectiva la fusión entre CS y RD. Una vez que se concrete, la primera tarea de la directiva provisional será convocar a nuevas elecciones.
En el ámbito político, el periodista y candidato del Frente Amplio a la alcaldía de Peñalolén, Miguel Concha, ganó las primarias municipales del oficialismo con el 51% de los votos, terminando con más de 20 años de la Democracia Cristiana al mando de la comuna. Concha, ahora como la carta de unidad de la centroizquierda, está preparando una campaña enfocada en la recuperación de espacios públicos, seguridad y mejor gestión territorial. En una conversación con El Mostrador, Concha también destacó la falta de unidad en la derecha y su «incapacidad para llegar a un acuerdo y presentar un proyecto común para la comuna».