El reciente debate que enfrentó a los candidatos presidenciales de los Estados Unidos, Joe Biden y Donald Trump, ha suscitado una serie de cuestionamientos sobre la capacidad del actual presidente para ganar un segundo mandato. Sin duda, el encuentro entre ambos políticos sirvió para despejar dudas, aunque no todas.
El Partido Demócrata se mostró especialmente preocupado por las dudas que persisten acerca de la capacidad de Biden para ganar a Trump. Estas dudas se centran especialmente en la coherencia de sus declaraciones y en su aparente senilidad que, según el Diccionario de la RAE, se entiende como una «Degeneración progresiva de las facultades físicas y psíquicas».
Como resultado de este debate, algunos miembros del Partido Demócrata han llegado a cuestionar la conveniencia de convencer a Biden y a su esposa, Jill, para que retire su candidatura. Entre ellos se encuentra Brett Bruen, ex miembro del Consejo de Seguridad de Barack Obama, quien ha sugerido que Biden debería retirarse para permitir que la Convención Nacional Demócrata elija a otro candidato más capaz.
A pesar de estas controversias, la posibilidad de que Biden se retire de la carrera presidencial es lejana. Su vicepresidente, Kamala Harris, defendió su liderazgo asegurando que lo importante es elegir a quien es mejor gobernando, no debatiendo. Sin embargo, la actuación de Biden en el debate ha sido considerada por muchos como históricamente mala.
Por su parte, Trump tampoco se salvó de las críticas. A pesar de demostrar energía en sus respuestas, el presidente fue acusado de ignorar a los moderadores, Jake Tapper y Dana Bash, y de decir falsedades. Entre sus declaraciones más controversiales se encuentra su negativa a condenar el asalto de sus seguidores al Capitolio y su rechazo a aceptar los resultados de las elecciones del 5 de noviembre.
A pesar de todo, Trump logró destacar por su oratoria, dejando a su rival, Biden, en una situación comprometida. Biden tuvo dificultades para terminar sus frases y en ocasiones sus declaraciones fueron inconexas. Este hecho ha provocado que su imagen se vea seriamente dañada.
De cara a las próximas elecciones, Biden tiene el desafío de reconstruir su imagen y confiar en que los votantes olviden su actuación en este debate. A pesar de todo, todavía quedan cuatro meses para las elecciones.
El formato del debate, organizado por la cadena de televisión CNN, se caracterizó por su riguroso control del tiempo y por la ausencia de público, asesores e intermedios. Paradójicamente, este formato fue propuesto por la campaña de Biden con la intención de favorecerlo. Sin embargo, el resultado ha sido más que un triunfo para Trump, un desastre para Biden.
En resumen, el reciente debate entre los candidatos presidenciales de los Estados Unidos ha dejado un sabor amargo en el Partido Demócrata. La actuación de Biden ha sido fuertemente criticada y algunos incluso han sugerido la necesidad de buscar un nuevo candidato. Sin embargo, todavía quedan varios meses para las elecciones y Biden tiene la oportunidad de reconstruir su imagen y convencer a los votantes de su capacidad para liderar el país.