La jornada de ayer en el Rally de Polonia fue de lo más movida. De los tres tramos programados, uno se vio cancelado debido a la mala colocación de los espectadores. Esto pone una vez más en jaque a la cita polaca, que ya había estado fuera del campeonato durante más de un lustro por problemas de seguridad similares. Los organizadores, los pilotos y la FIA han puesto mucho empeño en enfatizar la importancia de la seguridad desde el jueves, pero parece que el mensaje aún no ha calado en todos los asistentes.
El día comenzó con una gran decepción para uno de los favoritos, Ott Tänak. El piloto estonio llegó a Polonia con ganas de cobrarse revancha tras lo ocurrido en 2016 y 2017. Venía de ganar en el último momento en Cerdeña y había conseguido los mejores tiempos en tanto el Shakedown como en la superespecial del jueves. Sin embargo, su participación en la carrera se vio truncada antes siquiera de poder completar el TC2, con el que se iniciaba la etapa.
Tänak abandonaba el coche mientras su copiloto, Martin Järveoja, esperaba el diagnóstico del campeón del WRC en 2019. Hyundai anunció el abandono del equipo, pero no fue hasta bastante después cuando se confirmó la causa del incidente. El Hyundai i20 N Rally1 había chocado contra un ciervo a una velocidad cercana a los 190 km/h, causando daños importantes en el frontal del vehículo y obligándolos a retirarse.
Tänak fue visto trabajando en el coche tras el choque, pero no con la intención de seguir en la carrera. Su objetivo era proteger el motor de la posible entrada de suciedad, polvo o piedras, ya que se trataba de un bloque nuevo y no querían dañarlo aún más. La retirada de Tänak, uno de los grandes favoritos para este fin de semana, es un golpe duro para el equipo Hyundai.
La nota positiva del día la puso Andreas Mikkelsen. El piloto noruego, que no había tenido un ritmo deslumbrante en sus primeras actuaciones con el Hyundai i20 N Rally1, se colocó en cabeza tras marcar el primer scratch del día. Superó por 2,2 segundos a Mārtiņš Sesks, que no podía creer su suerte al llegar a la meta a los mandos de su Ford Puma Rally1, sin la parte eléctrica y lastrado con 100 kg.
Mikkelsen seguramente hubiera preferido tener también el TC3 para poder seguir atacando, pero con la especial cancelada, Thierry Neuville marcó el mejor tiempo al ser uno de los tres coches que sí pudo completar el recorrido. Sesks consiguió mantenerse en segundo lugar, a 7,4 segundos de Mikkelsen y con 4,5 segundos de margen sobre Elfyn Evans.
Kalle Rovanperä, pese a su cuarta posición, se mostró crítico con su preparación para la prueba: “Anoche estaba viendo la onboard de este tramo desde el portátil y me quedé dormido encima. Entonces la preparación no fue tan fácil. Con esta posición en carretera deberíamos ser al menos 10 segundos más rápidos que este tiempo”.
En la zona de cambio de neumáticos intermedia, Adrien Fourmaux se situó en quinto lugar, sólo 8 décimas por delante de su compañero de equipo, Grégoire Munster. Este último tuvo un buen susto en el salto de Olecko, donde estuvo muy cerca de salirse en el aterrizaje.
Thierry Neuville, que esperaba perder mucho tiempo este viernes, vio cómo su situación se agravaba aún más por un problema en el freno de mano, que le llevó a tener un buen susto en el TC4. Sin confianza, Takamoto Katsuta no pasa de la octava posición, justo por delante del líder de WRC2, Sami Pajari, que se acerca también a su debut al volante de un Rally1.