El presidente argentino, Javier Milei, anunció este viernes que su administración implementará cambios en su política monetaria. Esta noticia surge tras su primera gran victoria legislativa, con la aprobación de sus reformas económicas contenidas en la Ley Bases.
«Ahora viene el cambio de régimen monetario», afirmó Milei en una entrevista con el canal de televisión LN+. Aunque no proporcionó detalles adicionales, añadió que «estamos apuntando a que lo que se denomina la base monetaria amplia no varíe más».
Esta nueva política monetaria se produce luego de que el Congreso aprobara el paquete de reformas propuesto por Milei, después de seis meses de arduas negociaciones. El gobierno incluso logró persuadir a los diputados para aprobar una controvertida medida de impuesto a las ganancias, la cual había sido rechazada anteriormente por el Senado.
Desde que asumió el cargo el 10 de diciembre, el banco central ha estado implementando una agresiva campaña de flexibilización monetaria, recortando la tasa de referencia del 133% al 40%. Esta nueva postura económica ha sido anticipada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que a principios de este mes sugirió que el Gobierno tomaría medidas para flexibilizar su política cambiaria.
Las autoridades argentinas han mantenido un ritmo de depreciación del peso de un 2% mensual, una política que muchos inversores consideran insostenible ya que está por debajo de la inflación mensual, que en mayo se situó en el 4,2%. Esta discrepancia ha erosionado la competitividad de la moneda y ha motivado a los exportadores a retener sus dólares hasta que vean que el peso se devalúa a un ritmo más rápido.
Milei añadió el viernes que, aunque su gobierno se siente cómodo con el ritmo de acumulación de reservas del banco central, las autoridades podrían permitirse una reducción de hasta US$4.000 millones.
La fortaleza del peso también ha frenado el crecimiento de las reservas en junio. Hasta mayo, las compras mensuales de dólares habían superado los US$2.000 millones, pero el banco central revirtió esta tendencia y vendió US$46 millones al 27 de junio, según los datos de la entidad.
Este cambio en la política monetaria no solo impacta en la economía de Argentina, sino que también tiene repercusiones en su comercio exterior. La depreciación constante del peso ha llevado a los exportadores a retener sus ganancias en dólares, esperando una devaluación más rápida de la moneda local.
La aprobación de la Ley Bases y las subsiguientes reformas económicas reflejan la determinación del gobierno de Milei de modificar el marco económico del país. Las reformas están diseñadas para estabilizar la base monetaria amplia y mejorar la competitividad de la moneda.
El FMI, que ha estado observando de cerca las políticas económicas de Argentina, anticipó a principios de este mes que el gobierno tomaría medidas para flexibilizar su política cambiaria. Esto sugiere que el FMI puede ver con buenos ojos los cambios propuestos por Milei.
La fortaleza del peso ha sido un tema de preocupación para el gobierno argentino y los economistas. A pesar de la depreciación constante del peso, la inflación mensual ha superado consistentemente al ritmo de depreciación. Esta discrepancia ha erosionado la competitividad de la moneda y ha llevado a los exportadores a retener sus dólares.
El gobierno de Milei ha expresado su satisfacción con el actual ritmo de acumulación de reservas del banco central. Sin embargo, Milei sugirió que las autoridades podrían permitirse una reducción de hasta US$4.000 millones, lo que indica un posible cambio en la política monetaria.
En junio, las compras mensuales de dólares disminuyeron significativamente. Hasta mayo, las compras mensuales de dólares habían superado los US$2.000 millones, pero el banco central revirtió esta tendencia y vendió US$46 millones al 27 de junio.
La política monetaria de Argentina está entrando en una nueva fase con la llegada de las reformas económicas de Milei. Aunque aún no se han proporcionado detalles concretos, el anuncio de Milei sobre los cambios en la política monetaria sugiere una intención de estabilizar la base monetaria amplia y mejorar la competitividad de la moneda.
El impacto de estos cambios en la economía argentina y su comercio exterior será un tema de observación en los próximos meses.