El escándalo que rodea al cura esloveno Marko Rupnik, famoso por sus mosaicos en iglesias de todo el mundo, está lejos de resolverse. Las mujeres que lo acusan de abusos sexuales y psicológicos han solicitado que sus obras sean retiradas de los lugares de culto, ya que consideran que no son apropiadas en un entorno religioso y causan incomodidad en los fieles.
La abogada de las víctimas, Laura Sgr, expresó en una carta a los obispos: «Le escribo porque en su diócesis hay mosaicos creados por Rupnik que despiertan no sólo en mis clientes, sino también en muchos fieles, sentimientos que no corresponden a un lugar religioso». Añadió que los mosaicos de Rupnik, que se encuentran en lugares donde los creyentes se reúnen en oración, «causan malestar en el corazón de los fieles».
Las víctimas habían confiado en que las obras serían retiradas, pero lamentablemente, hasta la fecha, esto sólo ha ocurrido en la diócesis de Washington. Los mosaicos de Rupnik adornan las fachadas de la basílica de Lourdes en Francia, una capilla del Palacio Apostólico del Vaticano, el monasterio de Santo Domingo de la Calzada y la catedral de La Almudena de Madrid, entre otros lugares.
Las víctimas sostienen que estas obras no pueden permanecer en los lugares donde fueron colocadas, tanto por respeto a las víctimas como por el carácter sagrado del lugar de oración. Sin embargo, no descartan la posibilidad de encontrar espacios adecuados en otros lugares, siempre y cuando no eclipsen la espiritualidad de los fieles.
El presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el cardenal Sean O’Malley, también apoya la necesidad de no exponer las obras de Rupnik. En una carta publicada recientemente, O’Malley expresó su «esperanza de que la prudencia pastoral impida exhibir obras de arte de una manera que pueda implicar exoneración o una defensa sutil de los presuntos autores de abusos o indiferencia ante el dolor y sufrimiento de tantas víctimas de abusos».
O’Malley reveló que en los últimos meses, víctimas y sobrevivientes de abusos de poder, abusos espirituales y abusos sexuales han expresado su frustración y preocupación por el continuo uso de obras de arte de Rupnik por parte de varias oficinas del Vaticano, incluido el dicasterio para las Comunicaciones.
Actualmente, el dicasterio para la Doctrina de la Fe está investigando las denuncias de abusos psicológicos y sexuales a varias mujeres consagradas por parte del padre Rupnik, quien fue despedido por la Compañía de Jesús en junio de 2023.
No obstante, el prefecto del dicasterio de la Comunicación, Paolo Ruffini, considera que todas las obras deberían permanecer donde están. Durante una rueda de prensa en un evento en Atlanta, Estados Unidos, Ruffini planteó el caso de Caravaggio, quien asesinó a un hombre en vida, pero cuyos cuadros no fueron destruidos. Según él, la retirada de las obras de Rupnik «no es una respuesta cristiana».