¿Cuándo puede un resfriado llevar a una visita a urgencias?

¿En qué casos un resfriado puede terminar en urgencias?

Indicadores de Alerta: Síntomas de Neumonía y Medidas Preventivas Contra la Influenza

El estado de nuestra salud puede revelarse a través de una variedad de síntomas y signos. Uno de los problemas de salud que requieren atención inmediata es la neumonía. Esta enfermedad respiratoria grave puede ser potencialmente mortal si no se trata rápidamente.

“Si usted presenta fiebre persistente mayor a 38º, tos persistente, dificultad para respirar, una frecuencia respiratoria más de 22 por minuto, agitación o cansancio con esfuerzos pequeños, vómitos, malestar general; lo más conveniente es que acuda a urgencias”, advierte el experto en salud Suárez. Además, estos síntomas pueden ser acompañados por un dolor de garganta, congestión nasal y flema, especialmente en el caso de la influenza.

La influenza, una enfermedad respiratoria muy común, suele aparecer con los cambios de estación hacia el otoño e invierno. Los síntomas y malestares más comunes de la influenza pueden durar hasta dos semanas e incluyen dolor de cabeza y dolores articulares.

Medidas preventivas contra la influenza

Además de mantener un sistema inmunológico fuerte, se recomienda seguir ciertas medidas de prevención para evitar el contagio de la influenza. Entre ellas, el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos y evitar estar cerca de personas con cuadros gripales.

Además, es importante reducir la frecuencia con la que tocamos nuestros ojos o nariz, ya que es probable que hayamos entrado en contacto con una superficie contaminada y de esta manera se produzca el contagio.

Vacunación prioritaria contra la influenza

La vacuna contra la influenza es una herramienta crucial en la lucha contra esta enfermedad. Según la Dirección de Inmunizaciones del Minsa, es prioritario que ciertos grupos de personas reciban la vacuna. Los niños menores de un año reciben dos dosis de la vacuna contra la influenza, a los seis y siete meses de nacimiento, respectivamente.

Además, los niños con comorbilidades como asma, obesidad, diabetes o hipertensión también están incluidos en la lista de los que deben recibir la vacuna contra la influenza.

Así mismo, el personal de salud y las personas mayores de 60 años, así como aquellas personas que padecen de comorbilidades, deben aplicarse la vacuna contra la influenza anualmente. Esta medida preventiva es vital para proteger a los más vulnerables y mantener a raya la propagación del virus.

En resumen, la neumonía y la influenza son enfermedades graves que requieren atención y precaución. Reconocer los síntomas tempranos y seguir las medidas de prevención puede ser la clave para mantenerse saludable durante las temporadas de mayor riesgo.

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