El reciente anuncio de la salida del asesor de la Subsecretaría del Interior, Juan Andrés Lagos, ha desencadenado una serie de reacciones y comentarios dentro de la política chilena. Lagos, miembro del Partido Comunista (PC), finalmente rompió su silencio tras la confirmación oficial de su salida, una decisión que ha generado descontento dentro de su partido.
A pesar de su partida, Lagos afirmó en una entrevista con la radio Nuevo Mundo que nunca se le informó que su salida estaba cerca. «A mí nunca se me dijo que estaba ad portas de una situación que iba a concluir con mi salida. Eso no se me dijo», sostuvo. Esta falta de comunicación parece haber exacerbado las tensiones dentro del partido y ha planteado preguntas sobre el manejo de la situación por parte de la Subsecretaría del Interior.
Sin embargo, Lagos también reveló que había habido cierto grado de intercambio y discusión sobre la presión generada desde la derecha en las semanas previas a su salida. «Para ser estrictamente riguroso, yo en las semanas pasadas tuve intercambio, a propósito de esta presión que se generó y se venía generando desde la derecha», confesó. No obstante, a pesar de la presión, Lagos insistió en que se había implementado un procedimiento de trabajo para evitar que esta presión afectara el desempeño de la Subsecretaría.
Lagos también participó en una conferencia de prensa junto al presidente de su partido, Lautaro Carmona. Durante la conferencia, Carmona expresó su descontento con la forma en que se enteraron de la decisión. «Yo asisto a la sede de Gobierno un par de veces a la semana, Interior tiene mi teléfono, mi dirección, mi WhatsApp, mecanismos que sirven para informar», dijo Carmona, alegando que no hubo un esfuerzo por parte de la Subsecretaría para informar al partido sobre la situación.
Carmona también criticó la ausencia de comunicación, afirmando que tuvieron que enterarse de la noticia a través de la prensa. «No hubo una diligencia para comunicarnos lo que estaba pasando, y nos tuvimos que enterar por la prensa», añadió.
Además, Carmona mencionó que desconoce cualquier evaluación negativa que pudiera haber influenciado la decisión, aparte de las campañas continuas llevadas a cabo por la derecha. «Desconozco de evaluaciones negativas, que no sean las reiteradas campañas que ha hecho la derecha, no quisiera pensar que la derecha ganó y que la derecha pudo incidir», dijo, sugiriendo la posibilidad de que la presión de la derecha pudo haber desempeñado un papel en la decisión de la salida de Lagos.
La salida de Lagos y el descontento expresado por los líderes del Partido Comunista demuestran las tensiones existentes y potencialmente crecientes dentro de la política chilena. Con la falta de comunicación y el debate en curso sobre la presión de la derecha, la situación parece estar lejos de resolverse completamente.