En un intento de golpe de estado que fracasó rápidamente, el general Juan José Zúñiga, hasta hace poco comandante general del ejército boliviano, irrumpió en la sede del gobierno en La Paz, desafiando a su superior, el presidente Luis Arce. Este incidente, que se desarrolló en un lapso de tres horas, evoca vívidamente el asalto al Palacio de la Moneda en Chile liderado por Salvador Allende y Augusto Pinochet.
Zúñiga, quien se ha descrito como un defensor de la democracia, argumentó que el ejército «no carece de valentía para proteger el futuro de nuestros niños, para asegurar el bienestar del pueblo». Sin embargo, su desafío fue rápidamente sofocado por Arce, quien condenó la insubordinación del general. En respuesta, Zúñiga abandonó la Plaza Murillo en un vehículo blindado sin disparar un solo tiro, similar al intento fallido de golpe de estado del expresidente de Perú, Pedro Castillo, en 2022.
El general Zúñiga fue detenido poco después en la sede del Alto Estado Mayor. Antes de ser trasladado, acusó al presidente Arce de instigar el intento de golpe de estado. Esta acusación sorprendió a muchos, ya que se consideraba a Zúñiga un aliado leal del presidente revolucionario. De hecho, sus críticos lo describieron como una «marioneta» del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).
Además de su desafío al presidente Arce, Zúñiga ha estado en conflicto público con Evo Morales, el enemigo de Arce en la lucha interna que está desgastando a la revolución indígena. Zúñiga ha criticado a Morales por sus intentos de retomar el poder y ha acusado al ex presidente de pisotear la Constitución y desobedecer el mandato del pueblo.
Con las elecciones presidenciales de Bolivia programadas para el próximo año, la revolución indígena se encuentra en una lucha por el liderazgo del MAS, con episodios de violencia entre los candidatos potenciales. Zúñiga ha criticado a Morales, calificándole de «verdadero mitómano» que utiliza la mentira como estrategia para retomar el poder.
La historiadora Lupe Cajas ha descrito a Zúñiga como representativo de las Fuerzas Armadas de este ciclo político en Bolivia. A pesar de su humilde origen y su poca educación, Zúñiga ha ascendido a la cima del ejército boliviano.
Zúñiga ha sido vinculado a varios escándalos, incluyendo un supuesto desfalco en un programa de bonos para militares valorado en casi 400.000 euros. Además, Evo Morales ha acusado a Zúñiga de liderar un grupo paramilitar llamado Pachajcho, cuyo objetivo sería asesinar a Morales y a sus colaboradores.
Este intento de golpe de estado fallido marca un momento crítico en la historia política de Bolivia, que se caracteriza por la lucha de poder entre las facciones del MAS y los desafíos a la autoridad del presidente Arce. Mientras tanto, la figura de Zúñiga ha emergido como un polémico actor en esta turbulentas dinámicas, cuyas acciones y acusaciones continúan generando controversia a medida que Bolivia se prepara para las elecciones presidenciales del próximo año.