En un movimiento estratégico que pone de manifiesto la creciente importancia de los vehículos eléctricos (EV) en la industria automotriz global, Volkswagen y la firma estadounidense Rivian han decidido fusionar sus talentos y recursos en una joint-venture. El objetivo de esta colaboración es el desarrollo de la próxima generación de estructuras de coches eléctricos, tecnología de software y la creación de lo que se considera como los vehículos del futuro, los llamados vehículos definidos por software (SDV).
El Grupo Volkswagen ha anunciado una inversión de mil millones de dólares en Rivian a través de esta joint-venture y ha planeado una inversión adicional de cuatro mil millones de dólares hasta 2026. Esta alianza representa un compromiso significativo de ambas empresas en la carrera por liderar la industria de los vehículos eléctricos y definidos por software.
Esta colaboración se establece como una joint-venture 50/50, lo que significa que ambas partes tendrán la misma participación en la empresa. Este modelo de colaboración es algo inusual en la industria, ya que en la mayoría de los casos de joint-ventures recientes, una de las partes tiene una participación mayoritaria. Sin embargo, para el CEO de Volkswagen, Oliver Blume, esta alianza forma parte de la estrategia de software en la que la compañía ha estado trabajando, y que incluye colaboraciones en China con Cariad y Xpeng.
El objetivo principal de esta joint-venture es acelerar el desarrollo de los SDV, encontrar soluciones de manera más rápida y a menor costo. La aceleración de proyectos es común en este tipo de colaboraciones. Volkswagen y Rivian esperan que esta joint-venture proporcione las herramientas necesarias para competir de manera efectiva con sus rivales en el mercado oriental.
Para Rivian, esta joint-venture con Volkswagen representa una gran oportunidad, ya que la ayudará en el lanzamiento de varios modelos que fabrica en Estados Unidos. El primero de ellos será su crossover R2, que se fabricará en su planta de Normal, Illinois. Además, esta alianza también ayudará al lanzamiento del R3 y del R3x, que se construirán en la planta de Georgia.
Por su parte, el Grupo Volkswagen confía en que esta colaboración beneficiará a todas sus marcas en el futuro, como Audi, Porsche, Lamborghini, Bentley y otras divisiones como Scout, creada recientemente para el público joven en China. Juntos, esperan fabricar coches a partir de la segunda parte de esta década aprovechando el diseño de Rivian de crear zonas centralizadas que controlen múltiples funciones, lo que permitirá ahorrar en la cantidad de chips semiconductores y reducir así el coste de fabricación del vehículo.
Es interesante señalar que la conexión entre Rivian y Volkswagen se estableció a través de Porsche, ya que el CEO de Rivian, RJ Scaringe, ha restaurado Porsche 356 en el pasado. Además, Scaringe contrató al antiguo CEO de Porsche Norteamérica, Kjell Gruner, como jefe comercial y responsable de crecimiento del negocio.
En conclusión, este acuerdo de joint-venture entre Volkswagen y Rivian resalta la importancia de la colaboración y la innovación en la industria automotriz. Ambas empresas están decididas a liderar la transformación hacia los vehículos eléctricos y los vehículos definidos por software, y esta alianza parece ser un paso significativo en esa dirección.