El escándalo de las apuestas electorales ha sacudido la política británica y se ha convertido en el tema central del último debate de la BBC entre el primer ministro Rishi Sunak y el líder laborista Keir Starmer. El debate se centró en la falta de integridad de los políticos y ambos líderes tuvieron que responder a una pregunta incómoda sobre cómo planean restaurar la confianza en la política.
Starmer acusó a Sunak de demostrar «una falta de liderazgo» al tardar más de una semana en reaccionar a las acusaciones contra dos candidatos conservadores, Craig Williams y Laura Sanders, quienes están siendo investigados por la Comisión de Juego. Starmer argumentó que este es el resultado de los políticos que se preocupan más por sí mismos que por el servicio público. Adicionalmente, estableció un vínculo entre el escándalo de las apuestas y el «Partygate», recordando que Sunak «fue multado por violar las reglas que ellos mismos habían establecido para los otros».
El líder laborista prometió «resetear la política» y «responder con firmeza». Puso como ejemplo el caso de Kevin Craig, un candidato de su propio partido también bajo investigación, que fue suspendido de inmediato.
Por su parte, Sunak admitió que se siente «enfurecido» por los casos de sus correligionarios que apostaron por la fecha electoral, 4 de julio, días antes de que fuera hecha pública. El primer ministro aseguró que su decisión fue abrir una investigación interna y retirar su apoyo a los candidatos cuando se demostró que podrían haber violado la ley.
Durante la primera parte del debate, Sunak estuvo a la defensiva e intentó desviar la atención hacia «el aumento de impuestos» que planea el líder laborista. Acusó a Starmer de cambiar de opinión repetidamente. Sin embargo, Starmer respondió remitiéndose a su manifiesto electoral, recalcando que no tiene intención de subir el impuesto de la renta, el IVA, ni las cotizaciones a la seguridad social.
El líder laborista también atacó a Sunak por el tema de la inmigración y por las listas de espera de la sanidad pública. Este debate pone de manifiesto las tensiones y los desafíos que enfrenta la política británica en medio de escándalos y acusaciones de falta de integridad.
El escándalo de las apuestas electorales ha tenido un impacto significativo en la confianza del público en los políticos y en el sistema político en general. Ambos líderes políticos se enfrentan a la tarea de restaurar esa confianza y garantizar que la política británica puede superar estos desafíos.
A medida que se desarrolle la investigación sobre los escándalos de apuestas electorales, es probable que la integridad de los políticos y la confianza en la política continúen siendo temas de gran relevancia. El resultado de estas investigaciones y cómo reaccionen los líderes políticos a ellas podría tener un impacto significativo en la política británica en los próximos meses.