En los últimos días, el centro político de Chile ha estado lleno de debates y discusiones. La ministra del Interior, Carolina Tohá, y el subsecretario Manuel Monsalve se han encontrado en medio de una decisión importante que podría tener repercusiones en el equilibrio político de la nación. Se trata de la situación del comunista Juan Andrés Lagos, quien ha servido como asesor en el Ministerio del Interior.
Lagos ha sido una figura destacada en el escenario político chileno durante mucho tiempo. Como miembro del Partido Comunista, ha ocupado un lugar central en muchas de las discusiones y debates políticos importantes en el país. Sin embargo, sus recientes declaraciones en los programas de la Radio Nuevo Mundo han causado cierta incomodidad y desconcierto en el Ministerio del Interior. En los últimos meses, los partidos del Socialismo Democrático han transmitido su preocupación a Tohá y Monsalve, sugiriendo que la continuidad de Lagos ya no es viable.
Debido a esta situación, tanto Tohá como Monsalve han planteado en algunas conversaciones que estaban considerando la continuidad de Lagos en su papel de elaboración de minutas sobre contingencia. Finalmente, se ha tomado una decisión: Lagos ya no seguirá en el equipo del Ministerio del Interior.
La preocupación por la permanencia de Lagos no es nueva. De hecho, se viene gestando desde abril. Tohá y Monsalve habían transmitido a los líderes del sector que planeaban remover a Lagos de su cargo después de la elección de la mesa de la Cámara de Diputadas y Diputados, cuando Karol Cariola (PC) llegó a la presidencia. Esta estrategia se diseñó para desestimar cualquier acusación de anticomunismo que pudiera surgir de la salida de Lagos.
No obstante, el proceso de remoción de Lagos presentó algunos obstáculos. Lagos es un dirigente histórico del Partido Comunista, cercano al líder del partido, Lautaro Carmona, e integrante del comité central de la colectividad. Su salida podría generar tensiones entre su partido y La Moneda, la sede del gobierno chileno. Sin embargo, la presión para su salida se intensificó debido a su defensa del régimen de Venezuela y sus comentarios que hacen apología al estallido social.
Lagos fue contactado por el periódico La Tercera para obtener su versión de los hechos, pero no respondió. Aún no se ha definido quién será su sucesor, pero se espera que el Partido Comunista intente mantener su representación en el ministerio.
En otro giro de los eventos, Carolina Garrido (Partido Socialista), jefa de la división de seguridad pública de la Subsecretaría del Interior, presentó su renuncia a Manuel Monsalve. Garrido, quien se había unido al equipo de Monsalve en marzo de 2022, era considerada la segunda autoridad en la Subsecretaría.
Garrido ya tenía experiencia en el Ministerio del Interior, habiendo trabajado como asesora del gabinete del entonces subsecretario Mahmud Aleuy durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Su salida se atribuye a diferencias con otros miembros de la subsecretaría y al desgaste de la relación con los equipos del Presidente Gabriel Boric.
Además de Garrido, también salió el socialista Francisco Astudillo, quien estaba a cargo de la División de Gestión y Modernización de las Policías. Estos no son los únicos cambios en el equipo. En marzo, se incorporó al equipo legislativo Ana Lya Uriarte y el comunista Alejandro Urquiza, quien trabajaba como asesor, asumió como jefe del departamento de crimen organizado. El reemplazo de Garrido se anunciará en los próximos días, pero es probable que se busque un nombre dentro del mismo equipo de Monsalve.