El 26 de junio de 2022, la enfermera Pola Álvarez fue víctima de una despiadada agresión que la dejó a las puertas de la muerte. La profesional de la salud fue apuñalada 11 veces en un acto de violencia que, a primera vista, parecía ser un asalto. Sin embargo, el tiempo y la investigación posterior revelaron una realidad aún más aterradora.
Enrique Hanson, la pareja de una ex colega de la clínica donde trabajaba Pola, resultó ser el autor material e intelectual de este brutal ataque. Patricia Henríquez, la compañera de trabajo en cuestión, también fue acusada de estar involucrada en este caso de homicidio frustrado. La motivación detrás de este ataque, según el Ministerio Público, fueron los «celos profesionales» y «diferencias» que Patricia tenía con Pola.
El reciente juicio contra Enrique y Patricia ha permitido que Pola comparta su desgarrador testimonio. Desde detrás de un biombo, para que no pudiera ser vista por los acusados, la enfermera relató los detalles del ataque. Enrique, sin mediar palabra, la apuñaló en la zona abdominal izquierda. Pola pensó que se trataba de un asalto al principio, pero rápidamente se dio cuenta de que era algo peor. A pesar de sus intentos de defenderse, Enrique la siguió atacando con frialdad.
Tras recibir la primera puñalada, Pola cayó al suelo. En ese momento, Enrique intentó apuñalarla en el cuello, pero ella logró resistir. Sin embargo, recibió otra puñalada bajo la clavícula izquierda. En un intento por cortarle la cabeza, Enrique le pasó el cuchillo por la cara, dejándole una cicatriz de ocho centímetros en la cabeza. A pesar de sus súplicas, Enrique no mostró piedad y continuó con su ataque.
Agonizando en el suelo, Pola fue abandonada por su agresor, quien se marchó dejándola morir. A pesar del trauma, Pola logró recordar detalles específicos de su atacante. Enrique tenía una barba de una semana, ojos penetrantes y oscuros, y el cabello peinado de una forma que ocultaba parcialmente su frente. Aunque llevaba una mascarilla al principio, Pola logró arrancársela durante la pelea y vio su rostro claramente.
Durante su testimonio, Pola Álvarez dejó en claro que su intención al declarar no era otra que buscar justicia. El ataque que sufrió no fue un asalto, sino un intento de asesinato premeditado. «Es un homicidio calificado en calidad de frustrado que ideó Patricia Henríquez y que ejecutó Enrique Hanson», afirmó con contundencia.
Este caso ha conmocionado a la sociedad y ha dejado al descubierto los peligrosos celos y rivalidades que pueden surgir en el entorno laboral. La valentía de Pola al enfrentarse a sus atacantes en el tribunal ha sido un ejemplo de resistencia y determinación para todos. A medida que avanza el juicio, la comunidad espera que se haga justicia y que Pola pueda encontrar la paz que tanto necesita para sanar sus heridas, tanto físicas como emocionales.