Kaja Kallas, la actual líder de Europa, comenzó a establecer su dominio en enero de 2022. En ese momento, la mayoría de los europeos estaban luchando por convencerse de que no había ninguna razón para entrar en pánico, a pesar de que Rusia había posicionado 100.000 soldados en la frontera con Ucrania. Sin embargo, Kallas tomó una postura audaz y envió armas a Kiev, instando al mundo a unirse en su apoyo. Desde entonces, su voz ha resonado tanto dentro como fuera de su pequeño país de 1,3 millones de habitantes. Nunca antes un político con un pequeño número de ciudadanos a su cargo había sido escuchado por tantos.
Kallas es probablemente la próxima sustituta de Josep Borrell al frente de la diplomacia europea. La lección que aprendió de su país es que, si eres pequeño, debes destacar en el mapa. Según ella, «Si la gente no sabe que existes, no se dará cuenta de que te has ido». En los países bálticos, el temor a desaparecer es una realidad. La ocupación de Ucrania les ha demostrado que tienen razón. Kallas planea utilizar esta ola de miedo y ansiedad para llegar a los altos cargos de la UE, la institución que la catapultó por primera vez fuera de su país. Fue eurodiputada entre 2011 y 2018 y pronto será la Alta Representante de Asuntos Exteriores.
Cuando Kallas era una niña soviética, en 1988, gracias a las reformas de la perestroika, sus padres lograron llevarla de viaje al extranjero. Aunque no pudieron ir más allá de la Alemania socialista, Kallas recuerda con cariño cómo su padre la llevó a la Puerta de Brandenburgo para contemplar el muro de Berlín y, al otro lado, Alemania Occidental. Treinta y cinco años después, en 2023, con el muro de Berlín convertido en una pieza de museo, pero su país cavando trincheras ante una Rusia cada vez más amenazante, proclama: «Para que la libertad venza, la libertad debe estar mejor armada que la tiranía».
La familia de Kallas sabe lo que está en juego. La actual primera ministra de Estonia es hija de una mujer que fue deportada a Siberia cuando era un bebé y sólo sobrevivió gracias a una buena dosis de ingenio, suerte y solidaridad. Kallas entiende que la libertad y la paz son efímeras, pero a menudo es difícil imaginar que puedan desaparecer, especialmente cuando sólo has crecido con ellas. Según ella, «A veces puedes lograr la paz y perder la libertad».
Kallas se convirtió en la primera mujer al frente del Gobierno de Estonia en enero de 2021, en una coalición complicada entre su partido reformista y otra formación de centro. Tuvo dificultades para gestionar la crisis energética y la salida del Covid. Como hija de un primer ministro, ha sido acusada de estar desconectada de los problemas de la gente común. Sin embargo, la invasión rusa de febrero de 2022 cambió todo.
En febrero de 2024, Rusia incluyó a Kaja Kallas en su lista de personas buscadas «por la destrucción de monumentos a soldados soviéticos». Kallas respondió declarando que la medida de Rusia no la sorprendía. Según ella, era una prueba más de que estaba haciendo lo correcto. Bajo el gobierno de Kallas, Estonia ha proporcionado la mayor ayuda a Ucrania en relación con su PIB. Ha sido una ferviente defensora de un mayor apoyo a Kiev y de sanciones más duras contra Moscú. Ahora, su voz firme se alzará en nombre de toda Europa.