El periodista estadounidense Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal en Rusia, ha comenzado a enfrentar un juicio que puede resultar en una condena de 20 años de prisión por espionaje. Esta es la primera vez desde el final de la Guerra Fría que un periodista estadounidense es juzgado en Rusia por espionaje. La Casa Blanca teme que el periodista de 32 años sea simplemente una herramienta de intercambio para los agentes rusos detenidos en el extranjero.
El juicio, que se lleva a cabo a puerta cerrada, ha sido iniciado por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), el sucesor del KGB. Gershkovich fue arrestado en marzo de 2023 mientras recopilaba información para un reportaje sobre la producción de tanques en Rusia durante la invasión de Ucrania. Se le acusa de espiar para la CIA estadounidense y de recopilar información sobre la mayor planta de blindados del país, la fábrica de Uralvagonzavod en Nizhni Tagil.
Gershkovich ha mantenido su inocencia, asegurando que estaba trabajando en un reportaje sobre las empresas de defensa rusas. También estaba preparando un reportaje sobre el Grupo Wagner, una agrupación de mercenarios que ha estado en el centro de atención debido al aumento de la producción militar rusa y su ofensiva en Bajmut.
The Wall Street Journal ha criticado el juicio, calificándolo de «parodia de justicia» y acusando a Moscú de detener a estadounidenses para usarlos como herramientas de negociación. La directora del periódico, Emma Tucker, ha expresado su temor de que esta falsa acusación de espionaje resulte en una condena injusta para Gershkovich.
La periodista Eva Hartog, ex corresponsal de Politico en Rusia, ha descrito a Gershkovich como un «rehén de la diplomacia» y un peón en los esfuerzos del Kremlin para liberar a sus espías y criminales encarcelados por los gobiernos occidentales.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha indicado que está dispuesto a negociar la liberación de Gershkovich y otros estadounidenses detenidos a cambio de la liberación de su agente Vadim Krasikov, condenado a cadena perpetua en Alemania por el asesinato de un disidente checheno en Berlín en 2019.
Además de Gershkovich, el Kremlin tiene a otros detenidos que podrían ser utilizados como herramientas de presión contra Washington. Entre ellos se encuentran la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, acusada de no registrarse como agente extranjera; el exmarine Paul Whelan, que cumple 16 años de prisión por supuesto espionaje; y el soldado Gordon Black, condenado por supuestamente amenazar a su exnovia y robarle 10.000 rublos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha asegurado que Washington está trabajando para liberar a Gershkovich y a todos los estadounidenses detenidos injustamente en el extranjero. En 2022, la administración de Biden estableció un precedente al intercambiar a la jugadora de baloncesto Brittney Griner, condenada en Rusia por posesión de cannabis, por el traficante de armas Viktor Bout, conocido internacionalmente como el «Mercader de la muerte».