Alicia Azocar, una figura emblemática y una militante comunista comprometida, dejó este mundo en la madrugada. Alicia desempeñó un papel crucial en la Operación Siglo XX, una revuelta contra un despiadado enemigo en 1986. Fue ella quien alquiló la casa desde donde los fusileros de la operación partieron.
Alicia Azocar, madre de dos hijos, Víctor Otero Azocar y Alejandro, vivió su contribución con humildad y silencio. Víctor, el mayor, murió en combate durante una misión internacionalista de militantes comunistas en la ofensiva del FMLN en El Salvador. Alejandro, por otro lado, es un distinguido combatiente rodriguista e internacionalista.
Alicia, bibliotecaria de profesión, poseía una enorme curiosidad intelectual. Generosa, encantadora y sincera, vivió gran parte de su vida en el exilio, habiendo dejado Chile con sus dos hijos pequeños en 1973. Su contribución al partido y a las causas populares es un claro ejemplo de dedicación y sacrificio.
La Operación Siglo XX fue un punto de inflexión en la historia de Chile, y Alicia jugó un papel importante en su desarrollo. Fue ella quien alquiló la amasandería de Las Vizcachas, desde donde se desarrolló el plan inicial. No dudó en poner toda la carne en el asador para castigar la felonía, la cobardía y la traición.
Rodrigo Rodríguez Otero, militante del FPMR, recuerda a Alicia como su tía combatiente. Rinde homenaje a los 90 años fructíferos de Alicia, agradeciendo su vida y recordándola con cariño y respeto.
La compañera Alicia Azócar, una destacada combatiente de la causa del pueblo de Chile, será velada hoy en la Casona de Michoacán, en Lynch Norte 164, en la comuna de La Reina. Todos aquellos que deseen rendirle homenaje a Alicia son bienvenidos.
El fallecimiento de Alicia, una mujer de gran valor y dedicación, ha dejado un vacío en los corazones de aquellos que la conocieron y admiraron. Su contribución a la causa del pueblo, aunque realizada en silencio y humildad, merece todo el honor y el amor. Su partida es un recordatorio de la lucha por los derechos del pueblo y la justicia social.
En un mensaje a la oficina de El Siglo, se recordó a Alicia con las palabras: «Cuando uno se pregunta qué es disponer para el partido y las causas del pueblo, ella silenciosa lo hizo. Honor eterno a ella, madre también de Alejandro, destacado combatiente rodriguista e internacionalista. Que nadie sea olvidado, que nada sea olvidado. Hasta la victoria siempre».
El legado de Alicia Azocar perdura en las luchas y esperanzas del pueblo chileno. Su vida y su compromiso son un testimonio del coraje y la resistencia frente a la adversidad. Su historia y su memoria continuarán inspirando a las futuras generaciones en la lucha por la justicia y la igualdad.