Rusia prohíbe a sus ciudadanos el acceso a 81 medios europeos a través de internet | Internacional

EL PAÍS

En un nuevo episodio de la guerra de información que rodea al conflicto de Ucrania, el Gobierno ruso ha tomado la decisión de bloquear el acceso por internet a 81 medios de comunicación europeos, entre ellos EL PAÍS, la agencia Efe, RTVE y El Mundo de España. El Ministerio de Exteriores ruso ha justificado esta medida como una respuesta al veto europeo a tres medios controlados por el Kremlin, aprobado por Bruselas en su último paquete de sanciones por la invasión de Ucrania.

Según el Ministerio de Exteriores ruso, dirigido por el ministro Serguéi Lavrov, las restricciones se han introducido debido a que estos medios de la Unión Europea «difunden sistemáticamente información falsa sobre el progreso de la operación militar especial». Esta operación se refiere a la ofensiva lanzada por el Kremlin contra Kiev hace dos años y tres meses.

El bloqueo de estos medios europeos marca un nuevo capítulo en la pugna informativa en torno a la guerra de Ucrania. Anteriormente, Rusia había declarado como organización indeseable al medio público estadounidense Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), lo que implica penas de cárcel por concederle una entrevista o compartir su contenido en las redes sociales. Moscú también ha cortado el acceso por internet al canal británico BBC y al alemán Deutsche Welle como respuesta a la prohibición para que Russia Today y otros medios del Kremlin como Sputnik emitiesen en el Reino Unido y la Unión Europea.

Las restricciones implementadas por la Unión Europea afectan a la agencia de noticias estatal Ria Novosti; el diario oficial del Gobierno, Rossiyskaya Gazeta; y el periódico Izvestia, transferido en 2008 por el brazo gasista del Kremlin, Gazprom, al Grupo Nacional de Medios. Este holding público-privado cuenta con la participación de varios oligarcas afines a Vladímir Putin. La presidenta de esta plataforma es la exgimnasta olímpica Alina Kabáyeva, a quien la prensa independiente rusa vincula sentimentalmente con el presidente ruso.

Este bloqueo afecta a medios de 25 países del bloque europeo más un puñado de proyectos europeos, como Agence Europe y EUobserver. Las restricciones se aplican a todo tipo de prensa, desde el periódico alemán Der Spiegel al italiano La Repubblica y el maltés Malta Today. Francia es uno de los países más golpeados por la respuesta rusa, con varios medios prohibidos, incluyendo Le Monde, Le Figaro, Libération y la agencia France Presse.

El Ministerio de Exteriores ruso ha declarado en un comunicado que «la responsabilidad de este desarrollo de los eventos recae únicamente en los líderes de la Unión Europea y en los países que apoyaron la decisión». Sin embargo, han sugerido que si se levantan las restricciones a los medios de comunicación rusos, «la parte rusa también reconsiderará su decisión en relación con los operadores de los medios mencionados».

Esta medida se ha anunciado justo antes del inicio del juicio a puerta cerrada contra el corresponsal de The Wall Street Journal en Moscú, Evan Gershkovich. El periodista estadounidense fue detenido a finales de marzo de 2023 en la ciudad de Ekaterimburgo, mientras realizaba una serie de reportajes sobre el grupo de mercenarios Wagner y la industria militar rusa. Gershkovich se enfrenta a una pena de hasta 20 años de cárcel, y otra periodista ruso-estadounidense, Alsu Kurmasheva, también está siendo juzgada por no acreditarse como agente extranjera.

Además, varios corresponsales de los medios europeos ahora vetados ya fueron expulsados a lo largo del último año de Rusia. Son los casos, por ejemplo, de Xavier Colás, de El Mundo, y Eva Hartog, de Politico. Otros reporteros han sido retirados del país por sus propios medios por motivos de seguridad. También permanece bloqueada la tramitación de nuevas acreditaciones de periodistas entre Rusia y algunos países europeos debido al bloqueo mutuo.

No obstante, los periodistas rusos son los más afectados por la guerra informativa. Varios reporteros rusos que trabajaban para medios occidentales han sido detenidos en los últimos meses. Entre ellos, tres colaboradores de la revista Forbes y las agencias de noticias Associated Press y Reuters.

Pese al veto a los medios de comunicación, en la práctica los rusos siguen teniendo acceso a las webs prohibidas gracias al uso de aplicaciones VPN (redes privadas virtuales) en sus dispositivos. Las redes sociales, como X, Instagram y Facebook, están vetadas por la agencia federal de telecomunicaciones rusa, Roskomnadzor. Aun así, las cuentas oficiales del Gobierno y muchos miembros de la élite siguen utilizando estos canales de comunicación.

Deja una respuesta