La política europea se encuentra en pleno proceso de reestructuración con el nombramiento de diversos líderes para los próximos cinco años. En el centro de la escena se encuentran nombres como Ursula von der Leyen, quien asumirá la presidencia de la Comisión Europea, y Kaja Kallas, quien se convertirá en la Alta Representante de Asuntos Exteriores. Por otro lado, Roberta Metsola tomará las riendas del Parlamento Europeo, mientras que Antnio Costa será el comandante del Consejo Europeo.
Estos nombramientos están a punto de confirmarse, según fuentes cercanas a las negociaciones. Los líderes de las tres familias negociadoras, que incluyen al Partido Popular Europeo, a los Socialdemócratas y a los Liberales, acordaron estos nombramientos durante una videollamada celebrada recientemente.
Pedro Sánchez y Olaf Scholz (S&D), Kyrikos Mitsotkis y Donald Tusk (PPE) y Emmanuel Macron y Mark Rutte (Renovar Europa) fueron los encargados de perfilar la nueva cúpula que gobernará la UE durante el próximo lustro. Sin embargo, este principio de acuerdo aún debe ser ratificado por una mayoría cualificada en el Consejo Europeo, que se celebrará el próximo jueves y viernes en la capital comunitaria.
En lo que respecta al Parlamento Europeo, Roberta Metsola, originaria de Malta, asumirá la dirección durante los primeros dos años y medio de mandato. Asimismo, Antnio Costa, de Portugal, comenzará su presidencia en el Consejo Europeo con un mandato de medio término.
Por su parte, los populares, ganadores con contundencia en las elecciones europeas del 9 de junio, exigían, además de los sillones del Parlamento y la Comisión Europea, la mitad del mandato del Consejo Europeo. Este puesto se supervisa de forma tradicional cada dos años y medio, aunque suele renovarse casi de forma automática.
El partido democristiano, que cuenta actualmente con 13 Estados miembros en sus manos, el más grande siendo Polonia, espera llegar a 2027 más fuertes en algunos gobiernos nacionales, como España o Alemania, y exigir en consecuencia esa silla. De hecho, en dos años y medio podrían contar con la mayoría cualificada necesaria para forzar este cambio.
La postura de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, es todavía incierta. Meloni se sintió excluida e infrarrepresentada después del ascenso de su partido, Hermanos de Italia, y de su familia europea, los Conservadores y Reformistas (ECR) en las elecciones europeas. Algunos especulan que la italiana podría aprovechar este cambio para exigir una vicepresidencia de la Comisión Europea donde pueda marcar agenda y sello, especialmente en temas migratorios.
El reparto de poder en los liderazgos de la UE es una de las batallas más complejas de librar, ya que entran en juego sensibilidades ideológicas, geográficas y de género. En 2019, fueron necesarias negociaciones maratonianas que se saldaron con la candidatura de la por entonces desconocida ministra de Defensa de Angela Merkel. La alemana pasó el examen posterior de la Eurocámara por la mínima de nueve votos.
Y, de confirmarse su nominación, esta vez no lo tendrá mucho más fácil. La mayoría sobre la que busca apoyarse -Populares, Socialdemócratas y Liberales- es muy frágil, especialmente tras el desplome de los liberales. Todo apunta a que esta votación clave en la Eurocámara podría acelerarse y producirse durante la primera sesión del Pleno de Estrasburgo de la nueva legislatura, que arranca el próximo 16 de julio.