La comunidad de Puerto Montt, en el sur de Chile, está de luto tras la trágica muerte del joven médico Jean Paul Manríquez en un accidente de tráfico ocurrido este fin de semana. Manríquez, de 27 años, se trasladaba en su vehículo por la Ruta 5 Sur, en la región que une las ciudades de Puerto Varas y Puerto Montt, cuando una camioneta chocó con él a gran velocidad.
Originario de Santiago, Manríquez llegó a Puerto Montt en enero de este año para cumplir su sueño de ejercer su profesión lejos de la capital. A pesar de las dificultades económicas de su familia, logró alcanzar una excelente educación que le permitió estudiar medicina en la prestigiosa Universidad Católica.
En su cuenta de Instagram, el Colegio Médico lamentó profundamente la pérdida de Manríquez, quien estaba cumpliendo su sueño de trabajar en el Centro de Salud Familiar de Angelmó. El médico Wenceslao Hera, quien conocía a Manríquez desde que tenía cinco años, escribió en la publicación: «Estoy devastado. Desde entonces me dijo que sería médico, y jamás dudé de su decreto».
Hera también recordó a Manríquez como un profesional nacido de una familia humilde, pero decidido a cumplir su sueño de convertirse en médico. «Siempre me dijo que quería ayudar y sanar», agregó.
El accidente que le costó la vida a Manríquez ha generado un gran impacto en la comunidad de Puerto Montt. Según el informe policial, una camioneta realizó un giro en U a alta velocidad e impactó de frente el vehículo en el que viajaban Manríquez, su prima y un primo. Tras el choque, el conductor de la camioneta no prestó auxilio y se dio a la fuga del lugar, siendo detenido más tarde por Carabineros.
La investigación del accidente ha revelado detalles perturbadores. Según los informes, el responsable del accidente tenía la licencia de conducir suspendida y cuenta con antecedentes penales. Este incidente ha dejado un profundo vacío en la comunidad de Puerto Montt, que ha perdido a un joven y prometedor médico que soñaba con hacer una diferencia en su comunidad.
La pérdida de Manríquez ha dejado un profundo impacto en aquellos que lo conocieron. Hera concluyó su tributo con una promesa: «Siento mucho tu pérdida amigo. Jamás te olvidaremos ni Lore ni yo, y los que te conocieron saben de qué estirpe estabas hecho».
La muerte de Manríquez es un recordatorio trágico de los peligros de la conducción imprudente y de las consecuencias que puede tener para las vidas inocentes. Mientras la comunidad de Puerto Montt llora la pérdida de un joven médico dedicado, se espera que se haga justicia en el caso del accidente que le costó la vida.