El periódico estatal chino Global Times ha informado recientemente que China está presionando para la eliminación de los aranceles provisionales que se anunciaron hace unos días. La nación tiene hasta el 4 de julio para negociar con Bruselas sobre esta cuestión. Ya se ha llegado a un acuerdo preliminar entre los dos bloques económicos para discutir nuevas condiciones en los próximos días. El objetivo es alcanzar una solución que sea satisfactoria para ambas partes, mientras que Bruselas se esfuerza por proteger a los fabricantes europeos de la avalancha de empresas chinas y sus ambiciosos planes de expansión.
Los aranceles provisionales varían dependiendo de si los distintos fabricantes han colaborado en la investigación llevada a cabo por la Unión Europea. Por ejemplo, en el caso de BYD, el arancel sería del 17%, mientras que otros fabricantes se enfrentarían a un arancel del 21%. La situación más grave sería para aquellos que no han colaborado, como SAIC (MG), que se enfrentaría a un arancel del 38,1%. Aunque estos aranceles son provisionales, se implementarían si no se llega a un nuevo acuerdo antes del 4 de julio.
Es importante destacar que estos aranceles no afectan a todas las marcas chinas, sino solo a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China. Esto significa que si un fabricante chino decide fabricar sus modelos eléctricos dentro de la Unión Europea, no estaría sujeto a estos aranceles. Sin embargo, las marcas occidentales que produzcan algún modelo en China sí estarían sujetas a estos aranceles.
Esta disputa abarca diferentes frentes y perspectivas. Por un lado, están los aranceles de Estados Unidos a productos chinos de todo tipo, incluyendo los coches eléctricos, que han cuadruplicado los establecidos por el anterior gobierno de Trump. Por otro lado, Europa podría enfrentarse a represalias en forma de una investigación, reevaluación y aumento de los aranceles para productos europeos, incluyendo la carne de cerdo y los productos lácteos, de los cuales España exporta una gran cantidad a China.
Las negociaciones sobre los aranceles se reanudaron tras una llamada entre el comisario de la UE Valdis Dombrovskis y el ministro de Comercio de China Wang Wentao el pasado 22 de junio. Este problema surgió en realidad de cuestiones geopolíticas de años atrás, incluyendo las alegaciones de abusos de derechos humanos en Xinjiang en 2021, así como la cuestión entre China, Taiwán y Lituania.
Si bien el aumento de los aranceles a los productos agrícolas afectaría gravemente a España, China también tiene preparada una medida que golpearía a Alemania: un aumento hasta el 25% para los coches europeos con motores de combustión de 2.5 litros o más. Estos son a menudo coches de lujo o raros que se importan a China, ya que muchas marcas europeas también producen en China para el mercado chino en colaboración con empresas locales. La situación puede cambiar de muchas formas posibles antes del 4 de julio.