El presidente francés, Emmanuel Macron, ha tomado un papel activo en la campaña electoral de las legislativas en Francia. En una carta abierta a los ciudadanos, Macron criticó a la extrema derecha y a la extrema izquierda, acusándolos de dividir al país. Además, hizo un llamado a los votantes a apoyar a su partido, afirmando que es «lo mejor para el país» porque «protege a los franceses y prepara el futuro» y «es la única opción que a la vez bloquea tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda».
El movimiento de Macron se produce en un momento en que su partido se encuentra en una posición delicada a una semana de las elecciones legislativas. A pesar de los retos, Macron se ha comprometido a «actuar hasta mayo de 2027», destacando la necesidad de un cambio profundo en la forma de gobernar, en respuesta a los resultados electorales.
Entre sus adversarios se encuentra Marine Le Pen, quien ha sugerido que Macron podría verse obligado a dimitir si pierde las elecciones legislativas del 30 de junio y el 7 de julio. Sin embargo, Macron ha respondido a esta sugerencia con determinación en su carta, asegurándoles a los ciudadanos que pueden confiar en él para actuar como su presidente hasta mayo de 2027, siendo el «protector constante de nuestra República y de nuestros valores».
Macron también utilizó la carta para justificar su decisión de disolver la Asamblea después de las elecciones europeas, una decisión que generó una considerable ira dirigida hacia él. Enfatizó que las próximas elecciones no son ni una elección presidencial ni un voto de confianza al Presidente de la República, sino la respuesta a «una sola pregunta: quien debe gobernar Francia«.
A una semana de las elecciones, la extrema derecha lidera los sondeos, buscando obtener la mayoría absoluta, por delante de la alianza de izquierda y del bloque oficialista. El Reagrupamiento Nacional (RN, extrema derecha) y sus aliados, entre ellos el presidente del partido conservador Los Republicanos, Éric Ciotti, podrían obtener entre 35,5 y 36% de los votos, según dos sondeos.
El presidente de RN, Jordan Bardella, ha estado trabajando para moderar la imagen del partido, al igual que su líder, Marine Le Pen, quien busca deshacerse de la herencia de su padre Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas. Bardella ha afirmado en una entrevista que desea «reconciliar a los franceses y ser el primer ministro de todos los franceses, sin ninguna distinción».
La posibilidad de una victoria del RN ha provocado preocupación entre algunos sectores. El diario ‘Le Monde’ publicó una carta de 170 diplomáticos y ex diplomáticos, que advierten que una victoria del RN «debilitaría a Francia y a Europa» en un momento crítico, cuando «la guerra está con nosotros».
Estas elecciones legislativas en Francia son claves para determinar el futuro del país y su posición en Europa y en el mundo. A medida que los partidos políticos y los candidatos luchan por ganar los votos de los ciudadanos, se ponen de manifiesto las tensiones y divisiones ideológicas existentes en la sociedad francesa. Las apuestas son altas para Macron y su partido, así como para sus adversarios de la extrema derecha y la izquierda.