La firma automovilística italiana DR Automobiles se encuentra en la mira de la autoridad italiana de la competencia, conocida como Autorita’ Garante della Concorrenza e del Mercado (AGCM), debido a la presunta publicidad engañosa en relación con el verdadero origen de sus productos. La compañía enfrenta una posible multa de alrededor de 6 millones de euros por vender sus coches, tanto los de la marca DR como los de EVO, como si fueran de procedencia italiana, cuando en realidad son modelos procedentes de grupos chinos como Chery, JAC o BAIC.
Esta situación ha suscitado debates en torno a la cuestión de la procedencia de los automóviles y la importancia de la transparencia en la comercialización. Aunque la mayor parte de la fabricación de los coches DR y EVO se realiza en China, el ensamblado final y algunos retoques finales se llevan a cabo en tierras italianas, en la fábrica de DR Automobiles ubicada en Macchia d’Isernia, situada entre el centro y el sur del país.
En este contexto, la multa impuesta a DR se fundamenta no sólo en la supuesta publicidad engañosa, sino también en que el departamento de piezas y servicio postventa de la compañía no ha proporcionado un servicio suficiente a los clientes en ambas áreas, lo que podría constituir una infracción de los derechos del consumidor. Tanto DR como su departamento de piezas tienen un plazo de 60 días para notificar a la AGCM los pasos que tomarán para corregir los problemas señalados.
Ante tal situación, DR tiene previsto apelar la decisión de la AGCM. Según las declaraciones de su fundador, Massimo Di Risio, la compañía nunca afirmó que sus coches fueran fabricados en su totalidad en Italia. Di Risio ha expresado su confianza en que la apelación será exitosa y ha anunciado que la compañía tiene planes para una nueva planta de producción para desarrollar nuevos modelos en el futuro.
Además de los coches DR, que se basan en modelos de Chery, los coches EVO son en esencia versiones renombradas de los coches JAC. Un ejemplo es el EVO Cross 4, que es en realidad la pickup JAC Shuailing T8. En un giro irónico, el DR 6.0 es el mismo coche que el Chery Tiggo 7, que también será ensamblado en España como Jaecoo 8 en la fábrica de Zona Franca en Barcelona.
Este caso es solo el más reciente de una serie de controversias relacionadas con las autoridades italianas y la normativa sobre la procedencia de los productos italianos. Entre los casos más notables se encuentran el del Alfa Romeo Junior, que originalmente iba a llamarse Milano pero tuvo que cambiar de nombre al no ser fabricado en Milán o en cualquier otra parte de Italia, sino en la planta de Stellantis en Vychy, Polonia. Otro caso reciente es el de los Fiat Topolino, a los que se tuvo que quitar la bandera de Italia por ser fabricados en Marruecos, al igual que los Fiat 600, fabricados también en Vychy.
En definitiva, el caso de DR Automobiles destaca la necesidad de transparencia y precisión en la comercialización de productos y servicios. También subraya la importancia de cumplir con las expectativas de los clientes en términos de servicio postventa y asistencia. Aunque la compañía tiene la intención de apelar la multa, el caso supone un recordatorio de que las empresas deben ser claras y honestas acerca de la procedencia y la calidad de sus productos.