El fabricante de automóviles francés, Renault, ha anunciado recientemente que su nuevo Renault 5 no solo representa una revolución en términos de ofrecer movilidad eléctrica a un precio atractivo, sino que también está preparado para desafiar a sus competidores chinos en términos de velocidad de producción. Franck Naro, vicepresidente de estrategia industrial y operaciones corporativas del Grupo Renault, ha afirmado que la capacidad de producción rápida es precisamente lo que ha permitido a los fabricantes chinos crecer y destacar en el mercado.
El Renault 5, que se fabricará en la planta de Douai a partir de este verano, podría completarse en tan solo 9 horas, lo que permitiría a la empresa poner en el mercado un gran número de unidades en un corto período de tiempo. El retorno del icónico modelo de Renault está destinado a ser un éxito sin precedentes, como lo demuestra el esfuerzo de marketing masivo realizado por la empresa en los últimos meses, e incluso años, desde que el coche se mostró por primera vez al público.
Un factor clave para competir con los fabricantes chinos que ahora están entrando en el mercado europeo es la necesidad de reducir los costos de producción. Para las marcas, este aspecto es incluso más importante que los aranceles que se impondrán a los fabricantes chinos de coches eléctricos. Un modelo de menor coste para el fabricante debería reflejarse también en el precio para el consumidor, lo que a su vez podría revertir una tendencia observada en los últimos años.
Con esto en mente, Renault ha observado cómo operan Tesla y los fabricantes chinos para comprender cómo reducir el tiempo de producción. Desmontaron estos coches para ver en qué áreas podían reducir las complejidades que prolongan el proceso de fabricación. Mediante el uso de herramientas generadas por ordenador, pudieron identificar piezas que podrían representar un cuello de botella potencial incluso en la fase de desarrollo.
Renault tiene el objetivo de reducir el coste de los coches eléctricos en un 50% de cara a 2027, según Automotive News Europe. El otro gran desafío es reducir el tiempo de producción de cada unidad, otro aspecto clave para igualar el coste de producción de un coche eléctrico con respecto al de uno de combustión tradicional.
Además de la reducción de costes y tiempo, Renault también está buscando formas de ahorrar energía. A través del desarrollo del metaverso, Renault ha logrado ahorrar unos 270 millones de euros el año pasado. Este ahorro ha permitido a la empresa reducir el tiempo de desarrollo de los coches, así como los tiempos y costes de producción posteriores. El objetivo es reducir el tiempo de desarrollo promedio de tres años a dos años, acercándose así a la velocidad a la que operan los fabricantes chinos.
El metaverso también está ayudando a las diferentes plantas del grupo a reducir su consumo de energía. El objetivo de Renault es reducir el consumo de energía en un 40% con respecto a los niveles de 2019 para 2025. Afirmaron en 2023 que estaban a mitad de camino de alcanzar este objetivo.
En resumen, Renault está utilizando una combinación de técnicas de producción más eficientes, desarrollos tecnológicos y ahorro de energía para competir con los fabricantes de coches eléctricos chinos. Con su nuevo Renault 5, la empresa espera no solo ofrecer un coche eléctrico asequible, sino también producirlo a una velocidad que pueda competir con sus rivales chinos.